En su nuevo libro Las dos izquierdas (Debate, 2024), Joel Ortega y Jorge Castañeda ofrecen un análisis y reflexión de lo que ha sido la historia de las izquierdas en México.

En entrevista con señalan que en la obra, desglosan cómo la izquierda de la Revolución Mexicana ha impuesto su hegemonía hasta desaparecer a la izquierda independiente. Joel Ortega resalta que la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 aglutinó a todas las expresiones de izquierda, pero la creación del PRD significó el final de la izquierda independiente.

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¿Cómo surge la idea de escribir Las dos izquierdas?

—Es una idea que hemos construido Jorge Castañeda y yo durante mucho tiempo para tratar de explicarnos por qué ha sido tan larga la dominación, la hegemonía de la izquierda de la Revolución Mexicana, de la izquierda oficial, del nacionalismo, del estatismo. Es un fenómeno muy especial de dominio, de una especie de adormecimiento nacional con estos mitos de la Revolución Mexicana.

¿No fue tardía la llegada de la izquierda al poder?

—No, la izquierda de la Revolución Mexicana lo tomó con Cárdenas, la izquierda independiente sí tiene más de un siglo y medio. El momento más estelar de la izquierda independiente fue el 68, creo que es el momento sublime que logramos, pero en 1988 la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas hizo posible que las izquierdas independientes se sumaran, trotskistas, maoístas, guerrilleros, castristas y comunistas.

Fue correcto eso, pero luego se construyó el PRD y ahí fue donde “la puerca torció el rabo”. Fue cuando se desaparecieron todas esas izquierdas y predominó la izquierda de la Revolución Mexicana, luego Cuauhtémoc Cárdenas le cedió, como dicen ahora, el bastón a Andrés Manuel López Obrador y ya el triunfo efectivamente de esa corriente en el plano político fue el triunfo de Morena en 2018.

¿Entonces, la izquierda de 1968 se distorsionó?

—No se distorsionó, desapareció. ¿Dónde está?, no existe, punto. Unos porque se murieron, pero otros porque se integraron, oyeron el “canto de las sirenas”, entonces están apoyando a este gobierno, en contra de lo que pasaba en esa época y bueno pues desapareció, punto.

¿Qué izquierda es la que está en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador?

—Yo creo que no es un gobierno de izquierda, pero la izquierda de la Revolución Mexicana triunfó con él. Es una contradicción, pero así es la vida. Él fue militante del PRI toda su vida, sigue siendo. Él dijo un día que la enfermedad de ser priista no se curaba, yo creo que la enfermedad de ser priista es como el alcoholismo, es progresiva, incurable y mortal.

Vemos a muchos expriistas incorporados al gobierno de López Obrador y a la 4T. Nomás echa una mirada: Murat, Del Mazo, Fayad, las grandes dinastías priistas, la de Atlacomulco en el Estado de México, los Murat en Oaxaca, los Figueroa en Guerrero, la de Hidalgo, del PRI, que duró 100 años. El PRIAN en realidad está en Morena, son todos estos del PRI y los más anticomunistas del PAN: Manuel Espino, que fue de El Yunque, expresidente del PAN; estuvo Germán Martínez, que también fue presidente del PAN; Tatiana Clouthier; ahora entró y va a ser senador el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral.

No se diga Manuel Bartlett, es una cantidad inmensa de personajes muy impresentables, muy vulgares, como Arturo Zaldívar, que reconoció que recibía línea de López Obrador para cambiar los juicios. En lo sindical siguen los charros, Napoleón Gómez Urrutia en el minero.

El excanciller Jorge Castañeda coincide en que en 2018 la izquierda que triunfa es la de la Revolución Mexicana: “Es López Obrador, Morena, la 4T, con el nombre que se les quiera dar y desde entonces es un gobierno de la izquierda con todo el atraso, la nostalgia, la obsolescencia, el anacronismo que representa una izquierda inspirada por algo que sucedió hace ya más de un siglo”.

¿Esta izquierda se está arraigando para perpetuarse en el poder en México?

—Lo que sí es evidente es que al igual que el PRI, pero sobre todo al igual que la izquierda del PRI, busca perpetuarse en el poder a través de una serie de tesis muy idiosincráticas que les pueden permitir seguir ganando elecciones como las ganaba el PRI.

La impresión que tenemos Joel y yo es que la 4T o Morena o López Obrador, es decir, la izquierda de la Revolución Mexicana, lo que busca es perpetuarse en el poder. Si lo pudieran hacer limpiamente, seguramente lo preferirían, lo importante es perpetuarse en el poder y si para eso tienen que organizar elecciones de Estado, ni modo.

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