La sonrisa del actor Juan Pablo Medina ilumina cualquier pantalla en la que se le mire; es como un arte innato que quizá no siempre advierta. Esa calidez también hace pensar, de modo inconsciente, que quizás la felicidad lo ha acompañado siempre a lo largo de su vida.
Hace tres años, esa luz se vino abajo cuando una trombosis, que inició con un dolor a la altura del abdomen, llevó a los doctores a amputarle una pierna para salvarle la vida.
Ese capítulo, el más grave de su vida, lo marcará siempre, pero no es el único. En varias ocasiones, el actor ha tenido que reinventar esa sonrisa, adaptándose a cambios tanto personales como profesionales.
“En la actuación tuve algún momento de querer tirar la toalla, dije: ‘puta, no sé hacer nada. ¿Qué voy a hacer?’ Vamos a seguir deseando”, dice en charla con EL UNIVERSAL.
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Medina, quien originalmente estudió administración de empresas, ha demostrado su capacidad de cambio y constancia a lo largo de distintos proyectos de televisión y cine. Si bien lo que más valora hoy en día es el hecho de vivir y disfrutar cada instante.
“Estuve cerca de la muerte, agradezco tener una nueva oportunidad de vivir; la muerte, cuando te toca, te toca, de un segundo a otro”.
El trabajo del histrión estadounidense puede verse actualmente en la serie "Bandidos" de Netflix, donde muestra su nueva realidad con una prótesis. Además, participa en proyectos de marcas publicitarias, la más reciente de una reconocida paleta.
¿Cómo te encuentras hoy?
Me siento muy bien, estoy tranquilo, contento y en paz, con muchas cosas pasando, muchas posibilidades en todos lados, así que estoy feliz, gozando la vida y pasándola bien.
¿Cómo eres más allá de lo que vemos en cámara?
Me gusta compartir, me gusta gozar, busco que exista armonía, paz, que la gente se conozca y haya buena onda. Es importante ser una imagen pública porque puedes ser un ejemplo para los demás, siento que cuando algunas marcas me contratan confían en mí y me buscan por algo que puedo aportar.
Eres agradecido...
Soy una persona muy afortunada, mis papás siguen juntos, yo todos los días de mi vida los he visto bien, cada que mi papá llega a su casa se saludan con un beso, tengo el valor de una familia súper metida en mí.
Me siento de verdad súper afortunado de tener la familia que tengo. Ese tipo de situaciones siempre son de agradecer.
¿Qué representa para ti la serie "Soy tu fan" que rompió moldes?
Sí, totalmente, creo que "Soy tu fan" fue de las primeras series que trascendieron en México. Me acuerdo que en el Canal Once y formar parte de algo así es importante, es muy gratificante.
En ese momento de mi vida yo estaba en búsqueda de cine, de cosas nuevas y apareció esta oportunidad y cómo la gente la recibió, cómo recibió a mi personaje, cómo fue evolucionando en las temporadas, y que ahora exista otra nueva temporada, fue un gran regalo.
"La casa de las Flores" también es emblemática...
Fue un cambio en mi vida en muchos aspectos, yo admiro mucho a Manolo Caro, es un gran director con un estilo único. Y las plataformas, que permiten a los creadores plantear su verdad sin tabúes, sin todo lo que no se permitía en la televisión de antes, la tv abierta; creo que Manolo encajó perfecto y supo contar muy bien esta loquísima historia.
¿Tú has tenido tabúes?
No que yo sepa, pero conforme pasa el tiempo vamos entendiendo la vida, aceptando muchas cosas y entendiéndolas. Yo me siento una persona bastante libre y abierta.
¿Qué piensas de las pruebas que nos pone la vida?
Siempre te pone a prueba, pero así que yo me acuerde... Yo empecé a estudiar administración de empresas y fue una prueba importante porque realmente me di cuenta de que no era mi camino, y cambiar de carrera tampoco es algo tan fácil ni tan accesible; afortunadamente tuve el apoyo de mi familia, seguí mi instinto y me metí a la carrera de actuación; así cambió mi vida.
Luego, la profesión también me ha puesto a prueba muchísimo porque es una carrera muy compleja, con subidones y bajones muy fuertes. Hay que tener mucha confianza en ti y creer en ti para no abandonarla, seguir y buscar oportunidades. Cuando tengas una oportunidad, tratar de hacerlo lo mejor para que te visualicen para que te quieran ver más y de ahí empezar a hacer tu carrera; creo que esas son las pruebas que me han tocado.
Y pues la prueba que tuve hace tres años... se me dio la oportunidad de seguir por acá y seguir echando desmadre, seguir viviendo y seguir gozando. Son esos los momentos que te ayudan a reinventarte.
Fue complicada esta última, ¿cómo lidiaste con esta nueva vida?
Todas las pruebas que te pone la vida por algo se llaman pruebas, son difíciles y todo depende de dónde está tu cabeza, qué tanto peso le das a la tragedia, qué tanto peso le das o más bien hacia dónde lo ves. Entonces, creo que para mí la clave está en entender hacia dónde quieres ir, eso hace un poco más fácil caminar y continuar. Creo que eso ha sido lo que he tenido en mente, y pues ahí va.
¿Has sentido esa sensación de pausar el mundo?
En la vida la verdad no, nunca; tengo muy claro qué es lo que quiero, qué es lo que no quiero. Y lo que no quiero es tirar la toalla. Lo que no quiero es quedarme a la mitad. Entonces, yo quiero seguir para adelante y demostrarme a mí que todas las pruebas o las barreras te las pones tú.
Seguir creyendo...
Yo no siento que tenga barreras para nada, hay cosas que tengo que modificar y aprender a ser distinto, pero no tengo barreras y eso es un mensaje que quiero dar al mundo.
¿Cómo lidias con la idea de la muerte ahora?
Tampoco me he preguntado mucho eso, creo que estuvo cerca, pero agradezco tanto tener otra nueva oportunidad. Que la muerte cuando te toca, te toca, o sea, de un segundo a otro. Entonces miedo, no; tengo felicidad de estar.
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