(1940), fundador del y uno de los más reconocidos arqueólogos y divulgadores de la historia prehispánica de los últimos tiempos, recibirá hoy el , en la categoría de Ciencias Sociales por su “extraordinario rigor intelectual para reconstruir las civilizaciones de México y Mesoamérica, y para hacer que dicha herencia se incorpore con objetividad y libre de cualquier mito”, de acuerdo al Acta de Jurado de la Fundación Princesa de Asturias.

Para Matos Moctezuma, el estudio del pasado y su traslado al presente representan el aporte social y cultural que disciplinas como la Antropología, Historia y Arqueología dejan en su camino; pero, además de la importancia de estas materias como ejes constructores de sentidos e interpretaciones, el también antropólogo y autor de más de 500 artículos de investigación considera que son sus colegas, alumnos y compañeros la fuente vital con la que se reconstruye el pasado, se escribe el presente y se piensa en el futuro.

Uno de los proyectos más representativos del México prehispánico, el Templo Mayor, que data de 1978, comenzó con la diligencia de Matos Moctezuma en las primeras excavaciones. Ahora, bajo la dirección del arqueólogo , el sitio lleva la esencia de la investigación interdisciplinaria que nació con el también investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia ().

Para López Luján, la aportación histórica de Matos Moctezuma deriva de su amor al pasado. “Conozco a Eduardo Matos Moctezuma desde 1972 y, si tuviera que definirlo en unas cuantas palabras, diría que es un hombre orgulloso de su pasado, insatisfecho de su presente e idealista de su futuro”, expresó y recalcó su contribución desde los cargos públicos para la historia del país.

“Eduardo también ha demostrado que es un hombre institucional, ha ocupado con anterioridad todos los cargos imaginables: director de la Escuela de Antropología, presidente del Consejo de Arqueología, titular de Monumentos Prehispánicos, titular del Museo Nacional de Antropología y un largo etcétera; es de admirar que, desde esas posiciones, ha creado nuevos recintos para el gran público, posgrados para los jóvenes y dependencias para que sus colegas puedan desenvolverse en las mejores circunstancias”, reiteró López Luján.

Matos Moctezuma, 60 años de descifrar la historia
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“Eduardo Matos es una persona con muchos años de experiencia que ha sabido capitalizar los resultados buenos y aprovechar los malos; él tiene la capacidad de proyectar hacia dónde vamos de acuerdo a su gran experiencia previa y sí queremos ir hacia ese rumbo o giramos a la izquierda o derecha”.

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Ledesma también rememoró los tiempos cuando conoció a Matos Moctezuma en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), como profesor, y celebró su carácter y compromiso para transmitir a las generaciones más jóvenes la importancia de la Historia y la Antropología como herramientas para desentrañar el pasado.

“Es una persona que no está encerrada en ideales propios; el presente es cambiante y Matos sabe enfrentar los nuevos retos, sabe sortear las dificultades; es un hombre que tiene la capacidad de escuchar, es un ejemplo a seguir para muchos de nosotros” y agregó: “Él está comprometido auténticamente con las nuevas generaciones; él lo dijo, el premio que recibirá no es solamente para él, es para los maestros que lo formaron y se lo dedica a las nuevas generaciones”, expresó Ledesma.

Tal es el caso de la arqueóloga Linda Manzanilla, exalumna de Matos y quien ahora se desempeña como investigadora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

“Conocí a Eduardo Matos en 1971, fue mi profesor en el primer semestre en la ENAH; siempre me sorprendió su capacidad de abordar la arqueología desde un enfoque interdisciplinario; hoy en día veo que Matos estableció, con otros colegas, dos formas de ver el estudio antropológico y arqueológico en el país, la primera que corre en el sentido del Estado mexicano y, la segunda, donde puedo opinar, de la investigación de las universidades, Eduardo Matos ha contribuido en ambas corrientes”, afirmó.

La especialista concluyó que una de las cualidades que resaltan de Eduardo Matos es su capacidad de integrar distintas disciplinas en sus investigaciones. “Desde el inicio, cuando yo era estudiante, aprendí de él la importancia de la interdisciplina para llegar a mejores resultados; no cabe duda, él es alguien que se rodea de las personas más capaces; parte de su legado son sus investigaciones interdisciplinares, donde se unen la arqueología, la antropología, la historia, la biología, la física y otras materias”, expresó Linda Manzanilla.

Otro de los trabajos más representativos en la carrera de Matos Moctezuma es el proyecto Tlatelolco.

Actualmente, el proyecto de investigación está a cargo del arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo, que también ha colaborado de forma cercana en investigaciones de Matos.

“Nos enseñó con el ejemplo sobre la disciplina para triunfar en un ámbito donde muchos consideran que no hay futuro, refiriéndome a la Arqueología como carrera; él nos enseñó a todos que sí puede tener éxito, pero, y no lo perdamos de vista, siempre y cuando tengamos conciencia social”, expresó.

Guilliem Arroyo abordó la forma en que Matos Moctezuma ha enfrentado los diferentes embates económicos, políticos y sociales a lo largo de toda su carrera. “Eduardo fue capaz de ser director de la ENAH después del 68, justo en un momento de crisis e incertidumbre, él logró dirigir con calma e inteligencia a esos jóvenes y llevar la democracia a esa escuela; ha logrado sortear los embates presupuestales en Templo Mayor, siempre con una visión académica y una sonrisa”, dijo.

Por su parte, el historiador Guilhem Olivier expresó su admiración por la labor de Eduardo Matos Moctezuma como divulgador de la investigación histórica, cualidad que, en palabras del académico de la UNAM, no todos los científicos sociales poseen.

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