La cultura bilingüe, la identidad latina, lo mexicano, el género, la raza, las violencias y la oportunidad de bajar a de su pedestal y resignificarlo son algunos ejes en los coloquios, puestas en escena y publicaciones que se llevan a cabo en México y en diferentes países para conmemorar los 400 años de la publicación del Mr. William Shakespeare’s Comedies, Histories & Tragedies, el First Folio, primer compendio de la obra del escritor inglés, publicado en 1623, gracias al cual se recuperaron clásicos como Macbeth y La tempestad.

Si bien el aniversario es el 8 de noviembre, ayer arrancó una de las actividades centrales a nivel internacional en las que se aborda la relevancia del First Folio y de la obra de Shakespeare en el presente: el primer encuentro anual de la Shakespeare Asociation of America en Minneapolis, Minnesota, en el que participa el traductor, investigador y adaptador teatral Alfredo Michel Modenessi, único miembro de Hispanoamérica que forma parte de la International Shakespeare Conference y del comité ejecutivo de la International Shakespeare Association. Modenessi estará el 31 de marzo en el panel “Shakespeare en nuestra América”.

Ahí hablará del podcast bilingüe de , en el que se usó su traducción y que fue producido por The Public Theater de Nueva York, que organiza el programa Free Shakespeare in the Park, “la organización de teatro shakespeariano más importante de Estados Unidos”, dice Modenessi, quien también destacará la importancia de la biculturalidad.

First Folio:  Shakespeare resignificado. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
First Folio: Shakespeare resignificado. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.

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Además, el 1 de abril, en la última jornada, se presentará en el teatro de Minneapolis una lectura dramatizada de Santiago, adaptación bilingüe del Otelo que hizo Joe Falocco en colaboración con Modenessi. “Falocco tiene la teoría de que Yago es el nombre original de Santiago; decimos ‘Santiago’ y no ‘San Santiago’. Nombres como el ya citado Yago, Rodrigo o Emilia son típicamente españoles y queríamos que ese lado de la obra hablara español, yo le ayudé. Le interesó que la lectura la hiciera un grupo profesional de avanzada joven del Guthrie Theater en el que todos son bilingües y algunos son mexicanos formándose en Estados Unidos”.

En México, Modenessi participará en el “Looke not on his picture, but his booke: 400 años del First Folio de Shakespeare”, coloquio organizado por el Colegio de Letras Modernas y el Colegio de Literatura Dramática y Teatro, el 25 y 26 de abril en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con una conferencia magistral sobre la historia del Folio, y las diferencias entre un libro y un libreto (para el trabajo teatral y el académico).

El coloquio es una iniciativa, impulsada por el estudiante Leonardo Saldaña en colaboración con sus compañeros Faride Amero, Daniela Ramos, y las profesoras Gabriela Villanueva, Anaclara Castro-Santana y Zeidy Canales.

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El objetivo es, cuenta Villanueva, resignificar el First Folio, ya sea con actividades lúdicas o con ponencias y mesas.

Otra de las conferencias, por ejemplo, estará a cargo de Juan Carrillo, de la compañía Los Colochos, que se caracteriza por retomar a Shakespeare desde una zona de irreverencia, con un lenguaje muy mexicano y cuya representación de Macbeth, Mendoza, fue destacada.

También se hizo una convocatoria para imprimir el First Folio, que puede consultarse en formato digital en la página web de la Folger Shakespeare Library, e intervenirlo visualmente, reescribirlo o contraescribirlo, a la idea del libro objeto. Aunque el programa aún no se anuncia, habrá pequeñas puestas en escena hechas por estudiantes. El coloquio, detalla la académica, intentó ser vinculado con la Fiesta del Libro y la Rosa, pero no se concretó.

“El First Folio es el primer lugar que fijó la obra de Shakespeare. Desde entonces, su figura suele ser puesta en un pedestal, pero su teatro está vivo y es reescrito y montado todo el tiempo. Los textos vienen de ese libro, pero no se restringen a él. Al intervenir y romperlo, nos apropiamos de su obra”, señala Villanueva.

First Folio:  Shakespeare resignificado. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
First Folio: Shakespeare resignificado. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.

Shakespeare no tiene por qué ser una especie de monolito que sirve para perpetuar ciertas ideas, complementa Modenessi: “Las obras de teatro son las entidades más mutables del catálogo de lo que se escribe y allí hay un tema muy importante, que voy a tratar en el coloquio de la UNAM. Confundimos con facilidad la idea del libro sagrado e intocable, pero los textos teatrales se escriben para que los actores puedan memorizarlos, de allí en fuera que quede un rastro documental es un accidente histórico (...) Los nazis, por ejemplo, hicieron versiones de El mercader de Venecia contra los judíos. La modificación de los textos de Shakespeare es más la regla que la excepción. Shakespeare ha sido vendido como la culminación del proyecto de la humanidad, siempre y cuando esa humanidad sea blanca, europea conquistadora y angloparlante”.

Reflexión que se empalma con el ajuste de cuentas que la Compañía Nacional de Teatro (CNT) hace con La fierecilla domada, en el marco de este aniversario. Su revisitación, Fieras, bajo la dirección escénica de Xhaíl Espadas, responde a una gran paradoja, cuenta la directora de la CNT, Aurora Cano: “Si hay una obra que no envejeció bien es ésta; en ella hay una confrontación directa con esta modificación que ha habido en la manera en la que se estructuran las relaciones de pareja y las expectativas y miradas hacia las mujeres, al grado en que esta comedia ya no genera risa en el siglo XXI”.

Pero la pieza no es modificada a partir del texto, sino desde la dirección de los actores y una intervención documental insertada en las escenas metateatrales de las que Shakespeare era adepto: “La metáfora de los cómicos que montan una obra sirve para que los actores plasmen sus propias opiniones y lo que para ellos implica trabajar un texto así”.

Fieras tiene el acompañamiento del dramaturgista de la CNT, Simón Franco, y la dramaturgia adicional de Estefanía Norato. Su temporada será del 25 de mayo al 25 de junio en la Sala Héctor Mendoza.

La resignificación se empata con el lanzamiento de dos libros: Una versión de Hamlet, publicado por la UNAM e incluido en la compilación “Tres textos para la escena”, de Flavio González Mello, y Latinx Shakespeares. Staging U.S. Intracultural Theater, de la investigadora Carla Della Gatta, que publica la Universidad de Michigan y se puede descargar en: latinxshakespeares.org, repositorio de teatro latino en EU.

El libro de González Mello es la versión corregida del Hamlet que montó en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario en 2015. Entre los muchos “Hamlets” que se han hecho, cuenta el dramaturgo, hay versiones muy anacrónicas. “Reubiqué escenas, cambié diálogos, encontré equivalentes contemporáneos a ciertas cosas, por ejemplo, cuando los actores que llegan a Elsinore hablan de forma burlona sobre las nuevas formas del teatro y mencionan el microteatro o el posdrama. Es un Hamlet chilango escenificado en el México actual”.

De Latinx Shakespeares, Della Gatta explica que un punto de partida fue el Teatro Campesino en 1965 y su empalme con movimientos políticos de California. La investigación aborda la huella latina en producciones estadounidenses y explora el sonido, la identidad e incluso el impacto de West Side Story, de Robert Wise y Jerome Robbins, adaptación más famosa de Romeo y Julieta.

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