El poder también se equivoca, pero se equivoca menos cuando tiene una estrategia de comunicación efectiva. No todos los candidatos tienen la habilidad natural de López Obrador para comunicar, ni todos poseen su instinto político. Ser miembro de Morena no es sinónimo de ser Andrés Manuel. Asimismo, como lo hacen los empresarios, #CLAUDIcAr no garantiza el éxito empresarial ni el libre tránsito por el poder del gobierno y de sus contratos. Prestemos atención a los debates, pues reflejan quiénes son los candidatos bajo situaciones de presión; es una ilusión mercadológica declararse ganador anticipadamente.

El #Blindspot de la semana está en la importancia de usar la comunicación como brújula, especialmente en la época de campañas y reestructuración del poder político. Esto aplica tanto para candidatos como para organismos empresariales.

Para describir mejor la situación y las oportunidades que presenta, utilizaremos como referencia mi libro "Crecimiento Contracorriente. Estrategias para Comunicar en la Era de la Incertidumbre", recientemente publicado.

El primer paso para crecer contracorriente es entender que solo aquellos que permiten que el poder político se imponga sobre el poder del consumo viven bajo incertidumbre.

Los datos son claros: en la Era de la Incertidumbre, las empresas que logran crecer sostenidamente son aquellas que ignoran la política y se concentran en el poder de la Clase Consumidora, utilizando la comunicación como herramienta para establecer vínculos con el mercado.

El segundo paso es dejar de culpar a la política. Entre 2018 y 2024, las decisiones del poder público han amenazado repetidamente a la economía. Lo sorprendente es que no solo no ha habido una catástrofe significativa, sino que, contra toda predicción basada en premisas del pasado, los mismos indicadores económicos que antes se hubiesen desmoronado, hoy se han fortalecido.

En diciembre de 2012, cuando Enrique Peña Nieto tomó posesión, el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores estaba en 43,705.83 puntos, y en noviembre de 2018, al final de su mandato, estaba en 41,732.78. Ese fue el punto de partida de la #4T. En marzo de 2024, cerró en 57,439.01 puntos. Mientras que con el último sexenio neoliberal cayó casi cinco por ciento, el de López Obrador ha crecido casi 40%.

Esto se explica en gran medida por el reinado de la Clase Consumidora y el hecho de que México está entre los 20 mercados de consumo más grandes del mundo y es uno de los 15 países cuya revisión del nivel de gasto del consumidor va al alza (WorldData.Lab). ¿Qué ofrecen Claudia y Xóchitl a la clase consumidora?

Además, el mercado y sus consumidores, les guste o no a los transformadores, son la frontera. Nadie en su sano juicio se pelea con el poder del mercado. Lo asusta, como lo ha hecho el presidente y sus secuaces, pero de fondo no se pelean.

En esta época de campañas, debates y encuentros del poder político con el económico, la vida no se mide en aplausos, es la batalla por la influencia entre el mercado y la política que es la fuerza centrífuga que mueve a la opinión pública. No son ofensas o agresiones las de Xóchitl, es estrategia para mover la opinión y las percepciones que de acuerdo con las encuestas llevan mucho estancadas y ya apestan. No lloren, comuniquen.

@osandovalsaenz

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