En lo que va de 2024, México ha visto al menos 109 asesinatos de policías. Esta violencia, sin embargo, no ha afectado a todas las regiones del país por igual. Según , que mantiene registros de los asesinatos policiales, el estado de Guanajuato ha sido el escenario de mayor violencia contra policías en el país.

Más de una cuarta parte de todos los asesinatos en el país han ocurrido en la entidad en 2024. Además, la mitad de estas muertes han tomado lugar en un solo municipio: . En Celaya, así como en muchos otras partes de México, los analistas han atribuido este tipo de violencia a las luchas continuas entre los cárteles —y contra las autoridades— en pos del control territorial y de la impunidad para realizar sus actividades ilícitas.

A pesar de esta sombría realidad, a nivel nacional los asesinatos policiales en 2024 reflejan una relativa disminución en comparación con años recientes. Como detallamos en la undécima edición del , presentada esta semana, en el período comprendido entre 2018 y 2023 se produjeron niveles particularmente altos de violencia contra la policía. En total, más de 2,600 agentes han sido asesinados en esos seis años, con al menos 412 muertos en 2023.

Desde 2018, Guanajuato ha experimentado por mucho la mayor cantidad de homicidios policiales de cualquier estado, con más de 400 policías asesinados. Le siguen Guerrero, el Estado de México, Zacatecas y Chihuahua, cada uno con más de 160 agentes asesinados. En cambio, Campeche, Yucatán y Aguascalientes, en conjunto, registraron apenas diez homicidios policiales entre 2018 y 2023.

Sin embargo, la verdadera letalidad del trabajo como oficial de policía quizás se comprenda mejor en términos de las tasas de homicidio policial. Frente a una fuerza policial nacional de más de 450,000 agentes, los más de 2,600 asesinatos policiales registrados desde 2018 equivalen a una tasa anual estimada de homicidios policiales de 97 muertes por cada 100,000 agentes. Esto sugiere que ser oficial de policía en México es casi cuatro veces más peligroso que ser miembro de la población general.

Además, en determinados estados los peligros asociados al trabajo policial son considerablemente mayores. Si bien Guanajuato ocupa el primer lugar en cuanto al número total de agentes asesinados, ocupa el tercer lugar en términos de tasa de asesinatos policiales. Como proporción de la población general del estado y también en comparación con el tamaño de su fuerza policial total —comprendiendo sus fuerzas policiales municipales y estatales, más los miembros de la Guardia Nacional desplegados en su territorio— Zacatecas fue el estado más peligroso para desempeñarse como oficial de policía entre 2018 y 2023.

En esos seis años, Zacatecas tuvo una tasa promedio anual de homicidios policiales de 553, lo que significa que los agentes del estado han tenido alrededor de un 0.55% de posibilidades de ser víctimas de homicidio cada año desde 2018. Esto es cerca de nueve veces mayor que la tasa de homicidios para la población general en Zacatecas.

En los últimos años, Zacatecas ha sido un campo de batalla clave en el sangriento conflicto multiestatal entre el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel de Sinaloa y sus respectivos aliados. Las carreteras del estado son de particular importancia para el transporte de drogas hacia los Estados Unidos. En todo México, estos grupos se han mostrado repetidamente dispuestos a atacar a las fuerzas de seguridad pública en busca de una mayor influencia.

Sorprendentemente, en lo que va de 2024, Zacatecas no ha registrado ningún homicidio policial, según los registros de Causa en Común. Pero el estado experimentó 32 asesinatos policiales en 2023, frente a un máximo de 60 el año anterior. El ataque más letal del estado contra la policía en 2023 involucró a en el pequeño municipio de Villa Hidalgo a principios de agosto. Los agentes fueron encontrados muertos una semana después.

En contraste, los agentes de policía de Yucatán —el estado más pacífico de México— enfrentan la tasa de homicidios policiales más baja del país. Basado únicamente en las tasas de homicidio, es más seguro ser policía en Yucatán que ser un ciudadano promedio en México. La tasa de homicidios policiales de 6.8 en el estado está muy por debajo de la tasa nacional de homicidios de población civil.

En los últimos seis años, la violencia homicida contra policías no ha sucedido en la misma proporción hacia todas las fuerzas policiales. Tanto en términos relativos como absolutos, las policías municipales son las que han visto más agentes asesinados, con más de 1,400 muertes, lo que representa el 54% del total. Si bien en la mayoría de los estados las fuerzas policiales municipales representan la mayor proporción del total de agentes, a nivel nacional su membresía representa sólo alrededor de un tercio de la fuerza policial total. Después de las fuerzas municipales, las policías estatales son las que han experimentado el mayor número de asesinatos, con más de 1,050 muertes, lo que representa el 40% del total.

La policía estatal es la segunda fuerza general más grande en la mayoría de los estados y representa casi la mitad de la fuerza policial nacional total, aunque más de dos quintas partes (alrededor de 95,000 agentes) de toda la policía a nivel estatal operan sólo en la Ciudad de México.

Finalmente, la policía a nivel federal, que desde 2019 forma parte de la Guardia Nacional, ha experimentado la menor cantidad de muertes, con alrededor de 170 muertes, lo que representa el 6% de todos los asesinatos policiales entre 2018 y 2023. Los miembros de la Guardia Nacional representan aproximadamente una quinta parte de la fuerza nacional de policías.

La violencia contra los policías no solo impacta a los oficiales mismos y sus conocidos, sino tiene consecuencias para toda la sociedad. Además de socavar la seguridad pública al debilitar la capacidad de las fuerzas del orden para proteger a la ciudadanía, puede generar un impacto psicológico desmoralizante en otros oficiales, afectando su disposición de enfrentar a los elementos criminales, así como la retención de agentes y la capacidad de las fuerzas de reclutar nuevos miembros. Los asesinatos también representan un ataque directo al estado de derecho, desafiando la autoridad del estado y erosionando la confianza en sus instituciones. Esto puede contribuir a desencadenar un ciclo de represalias que complica aún más los esfuerzos por restablecer la paz y la seguridad en México.

Hoy más que nunca, resulta indispensable e impostergable que sociedad y policía establezcan una nueva relación de cuidado mutuo. La crisis actual de inseguridad y criminalidad, no podrá superarse sin la dignificación y cuidado de quienes trabajan como policías; no sólo procurándoles su integridad física, sino un bienestar integral que atienda sus múltiples dimensiones y necesidades humanas.

Alex Vedovi es investigador para el Instituto para la Economía y la Paz. Maestro en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, él es coordinador y autor principal del Índice de Paz México 2024.

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