El llamado cerebro del Metro o Puesto Central de Control (PCC) cumplió un año de funcionar en las instalaciones del C5, rodeado por medidas de seguridad extremas, donde nadie ajeno o debidamente acreditado puede acceder y que, a decir del Sistema de Transporte Colectivo (STC), presenta fallas mínimas, además de que abona a que haya un control de trenes de manera ágil y eficiente en las líneas 1, 2, 3, 4, 5 y 6.

Atrás quedó la era de los botones, tableros y comunicación analógico, con el que personal del STC padecía por encontrar refacciones por el estado obsoleto en el que estaba; hoy en día, el PCC utiliza tecnología de punta y comunicación de fibra óptica para el control de los convoyes que circulan en seis líneas del Metro de la Ciudad de México y que coloca a este transporte a la par de otros sistemas en el mundo.

Durante un recorrido que realizó se conoció el trabajo que realizan los 108 operadores encargados de vigilar los tableros, que en tiempo real monitorean el paso de los convoyes desde las 5:00 hasta las 00:00 horas que finaliza el servicio del Metro.

Este personal es el que tiene comunicación directa con los conductores de los convoyes, con el fin de dar las instrucciones necesarias para que los trenes circulen sin contratiempos o responder en caso de que exista algún inconveniente, como presencia de objetos en vías, alguna persona que se lance contra la unidad, detonación de palancas de emergencia y alta afluencia de pasajeros, entre otras.

Para entrar al PCC se requiere de permiso de las autoridades del C5, que es el búnker de videovigilancia que monitorea a la capital del país. Aunque este cerebro del Metro tiene un área independiente del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad (C5).

Dividido en varias áreas, al entrar a la zona, totalmente blanca, lo primero que destacan son los enormes tableros que ilustran gráficamente la ubicación y circulación de los trenes en cada una de las estaciones de las seis líneas y su paso de terminal a terminal en tiempo real.

Enfrente de ellos se encuentra personal del Metro, ubicado en un círculo, donde, de manera constante tiene comunicación con los operadores de los convoyes a través del sistema digital TETRA.

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El personal también se apoya de computadoras e interfaces humano-máquina para el control de cada unidad, y así atender cualquier incidencia.

Además, se respalda de las imágenes de las cámaras de vigilancia que muestran el paso de convoyes en vías, con ángulos de cámaras de vigilancia con dirección a las estaciones y laterales de los trenes con el fin de conocer el nivel de afluencia de pasajeros en andenes.

Los operadores tienen comunicación directa con los conductores, a fin de dar las instrucciones necesarias para que los trenes circulen sin contratiempos. Foto: Gabriel Pano/EL UNIVERSAL
Los operadores tienen comunicación directa con los conductores, a fin de dar las instrucciones necesarias para que los trenes circulen sin contratiempos. Foto: Gabriel Pano/EL UNIVERSAL

En entrevista, el subgerente de Control Central del Sistema de Transporte Colectivo, José Luis Sampedro, aseguró que a un año del traspaso del PCC al C5 —pues antes estaban en el edificio de la Subestación Buen Tono, donde un transformador ocasionó un incendio en el inmueble en enero de 2021— el actual centro de control reúne tecnología de punta y otorga mayores funcionalidades en el control de tráfico de los convoyes.

El subgerente de Control Central indicó que desde noviembre pasado comenzó el proceso de migración una vez que ya se instalaron en el C5 las líneas 2, 3, 4, 5 y 6 operan al 100%; en tanto, la Línea 1 se maneja parcialmente de las estaciones Pantitlán a Isabel la Católica, ya que están en etapa de modernización las estaciones de Salto del Agua a Observatorio.

Los tableros están ubicados juntos para el monitoreo de las líneas 3, 4, 5 y 6; a un costado se encuentran aquellos que supervisan la Línea 2 y aparte se sitúan los de la Línea 1. Al lado de los trabajadores que monitorean la Línea Rosa, se observa a personal del consorcio Chino CRRC, que recibe cualquier avería o falla que presente esta ruta, ya que se mantiene el proceso de modernización.

José Luis Sampedro refirió que si bien cada línea tiene un tiempo establecido para el paso de los convoyes, ante la presencia de incidentes que ocasionan el retraso de alguna unidad, es el regulador el encargado de ajustar, mediante los tableros y la información en tiempo real, el recorrido de cada convoy para que sea mínima la afectación al usuario.

También son los encargados de hacer respetar la señalización y dar instrucción a los conductores del Metro para que cumplan con la distancia requerida y así evitar el choque de unidades, que se apoyan, a la par, del pilotaje automático.

Por ejemplo, explicó que en caso de que un tren sufra una avería, los operadores se apoyan, en primera instancia, en las cámaras de videovigilancia para verificar en qué estación es el lugar preciso para desalojar el convoy.

Si es necesario personal de la línea, ya sea seguridad institucional o personal de transportación, procederá al desalojo de la unidad lo más rápido posible y luego el tren pueda avanzar vacío.

Posteriormente se da instrucción, en caso de requerirse, de que haya retenciones de usuarios en las demás estaciones para evitar que haya saturación en andenes o bien abona a que se determine que una línea opere parcialmente mientras se atiende la falla.

Además, el personal del PCC se apoya de las cámaras de videovigilancia para atender algún incidente como desmayo de usuarios o cuando alguien se aviente al paso del tren, lo que conlleva a un corte de corriente, o bien para determinar qué estación es la mejor para el desalojo del convoy, ya que algunas, como Allende, presenta una zona angosta y es a través de la imagen que se supervisa el número de pasajeros en andenes.

“Hay mejoría y el hecho de haber migrado al C5 es una situación que nos ha beneficiado tanto a nosotros, como trabajadores, como al usuario”, puntualizó el funcionario capitalino.

Un punto importante es la modernidad del PCC que también convive con el recién instalado sistema CBTC, que es la modernización del pilotaje automático, y que tienen los nuevos trenes de la Línea 1 del Metro.

Sin embargo, las comunicaciones entre el regulador y conductor sigue siendo la misma, por lo que la importancia del cerebro del Metro sigue siendo primordial.

Los tableros están ubicados juntos para el monitoreo de las líneas 3, 4, 5 y 6; a un costado están aquellos que supervisan la Línea 2 y aparte se sitúan los de la Línea 1. Foto: Gabriel Pano/El Universal
Los tableros están ubicados juntos para el monitoreo de las líneas 3, 4, 5 y 6; a un costado están aquellos que supervisan la Línea 2 y aparte se sitúan los de la Línea 1. Foto: Gabriel Pano/El Universal
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