La Comisión Disciplinaria cae en una clara contradicción y en una falta de respeto a todos sus agremiados suspendiendo sólo tres partidos en vez de cinco partidos, como estipula el reglamento de sanciones, a Miguel Herrera.
La Comisión califica de “soez y ofensiva” cuando Herrera llama “puto” al árbitro del América-Cruz Azul. El entrenador del América claramente llama así al silbante para insultarlo y menospreciarlo, cayendo en una clara forma de discriminación.