Aficionados del América casi fueron detenidos al bajar del autobús dónde se les encontraron botellas de vino y cohetones. Seguidores, todos ellos se clase alta, llegaron en un camión particular lanzando loas a las Águilas, pero al final, miembros de seguridad pública revisaron el transporte y encontraron botellas de alcohol y cohetones. Después de discusión de algunos minutos, la policía dejó que los aficionados se fueron y éstos, felices de su hazaña consumada, siguieron cantando hacia el estadio.
Hasta el momento no se han suscitado hechos violentos en el Azteca, más allá de algunos conatos entre las mismas porras americanistas que fueron controlados por elementos de la policía montada.