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La cantera de Pumas muere de a poco. La contratación de jugadores no nacidos en México y de futbolistas nacionales de otros clubes ha impedido que elementos de las fuerzas básicas tengan la oportunidad de formar parte del primer equipo o de debutar en la Primera División.

En el certamen que recién terminó, cuatro futbolistas de la cantera aparecieron en la cancha, pero sólo Brian Figueroa tuvo continuidad al disputar 13 partidos; Alan Mozo estuvo cuatro compromisos, Rodrigo González tres, mientras que Bryan Silva dos.

La última vez que salió una camada importante de jugadores fue en el Apertura 2008, cuando Ricardo Ferretti echó mano de Efraín Juárez, Javier Cortés, David Cabrera y Orlando Pineda; el más reciente debut destacado fue en el Apertura 2014, cuando Guillermo Vázquez utilizó a Jesús Gallardo. Desde que arrancaron los torneos cortos, en Pumas sobresale Héctor Moreno, actual jugador de la Roma, quien inició su carrera en Primera con Miguel España, en el Clausura 2006; en el Invierno 1998, Roberto Saporiti le dio la oportunidad a Jaime Lozano; mientras que en el Invierno 1997 apareció Gerardo Torrado de la mano de Luis Flores.

Para Ángel Coca González, quien ha descubierto a varios jugadores importantes entre ellos Cuauhtémoc Blanco, el problema no es sólo de los felinos.

“Es una lástima que haya equipos como Pumas, Atlas o el mismo Chivas porque tiene puro jugador mexicano, pero no son de ellos. El visoreo no es el adecuado en los clubes, como nosotros lo implementamos en el pasado con Pachuca, hoy falta responsabilidad de los directivos que ya lo manejan con negocio, con el business de los extranjeros y creo que ese es uno de los problemas graves”, criticó. “Los equipos difícilmente les interesa el visoreo, ellos subexisten de jugadores que llegan ya grandes. Es una tristeza que no haya ese respeto porque tenemos muchos niños y jóvenes de buen nivel, pero no tienen procesos ni visoreos como debe de ser”.

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