¿Pero será que, al día de hoy, viva sobre la faz de la Tierra un hombre cuyo nombre desconozcamos, capaz de correr más rápido que el actual campeón italiano olímpico de los 100 metros?, ¿o, incluso, que alejado de los reflectores, de los cronómetros y los medios de comunicación, alguien pudiera bajar del récord de los 9.58 segundos que aún ostenta Usain Bolt, simplemente por un talento nato?