Llegó septiembre, el mes favorito para muchos. Lo que pasa es que suena como a inicio de fin de año, ¿no?

Lo que se alcanza a ver es una larga línea recta llena de fiestas, comida y bebida y excesos que al parecer termina en febrero... ¡hasta febrero!.

Por eso te voy a hablar de algo que te va a servir para que estos seis meses (¡medio año!) no sean el acabose de tu salud y tu silueta.

Te voy a dar ideas para que, con pequeñas modificaciones, puedas comer los deliciosos platillos mexicanos que te van a ofrecer. Toma nota para que no sean tan calóricos ni poco saludables.

Pozole: ¡Mi platillo favorito! Es súper completo y puede ser absolutamente light si lo sirves con carne magra (pollo o cerdo sin grasa) y no lo acompañas de tostadas con crema. Llénalo de verduras y que el maíz que contiene sea tu porción de cereal. Chilito y limón y adelante, hasta dos platos te puedes comer.

Pollo con mole: Una bomba de sabor… ¡y de calorías! No te excedas en el mes patrio. Te doy un consejo: pide el mole aparte y tu ve dosificándolo para que no te excedas. Puedes comer hasta 500 calorías en esta deliciosa salsa sin darte cuenta. Si lo acompañas de arroz, olvídate de las tortillas.

Chile en nogada: Siempre sin capear. Igual que los chiles rellenos, te puedes ahorrar un montón de calorías y como con el mole, pide la nogada aparte y ve agregando de poco en poco, te vas a ahorrar muchísimas calorías de grasa (la nogada está hecha con nuez, crema y otros ingredientes). Modera el consumo de tortillas (máximo 2).

Enchiladas: Una mala costumbre es pasar la tortilla por grasa antes de poner el relleno. ¡No lo hagas! Eso puede agregar hasta 200 calorías a tu platillo. Mejor caliéntalas en el comal. Haz lo mismo con las salsas, no las frías o si lo vas a hacer, que sea con muy poco aceite. A la hora de servir no les pongas crema, frijoles ni nada extra. Dependiendo del tamaño de la tortilla una porción adecuada es de dos o tres piezas, eso sí, bien llenitas de pollo hervido y con un poco de queso blanco espolvoreado.

Tostadas, sopes y tacos dorados: Lo ideal sería cambiarlos por quesadillas sin grasa, pero como sé que es poco probable que lo hagas, mejor te recomiendo que las comas sin crema, agregues queso blanco sin grasa y trates de no hacerlas en fritura profunda, sino en el sartén con la menor cantidad posible de aceite. El relleno es también más saludable si no tiene grasa, por ejemplo, pollo hervido, pata o carne asada. De guarnición olvídate de los frijoles refritos, mejor unas rebanadas de jitomate y hojas de lechuga. Tampoco se vale arroz, ya con las tortillas es suficiente.

Además, si estos platillos los acompañas con guacamole, agregas grasas buenas que te protegen contra las malas que siempre contienen. Eso sí, evita los totopos fritos y mejor come pocos, pero horneados. Acuérdate que no por ser alimentos sanos son bajos en calorías, mejor no te excedas.

En fin, se que hay muchos platillos más. Se que faltan los tamales, el pan de muerto, los buñuelos, los tacos de carnitas, la pancita y la barbacoa, los pambazos y tlacoyos, la birria. De esos te platico la semana que entra, ¿va?

¡Septiembre de comida mexicana!
¡Septiembre de comida mexicana!

 

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