Uno de mis maestros me enseñó la frase: “El que pregunta nunca se equivoca”, esto sucede siempre y cuando hagas la pregunta adecuada, y sobre todo sea dirigida a la persona correcta.

Siempre es importante hacer preguntas: en el salón de clases así es como uno aprende, en los trabajos uno comete menos errores, así como en la vida uno espera cometer los menos errores posibles, pero las preguntas, o más bien las respuestas a esas preguntas tratan de llevarnos al conocimiento, la comprensión, el entendimiento… y en ocasiones a la aceptación.

Más que buscar que alguien nos conteste algunas cuestiones, ¿qué tal si nos preguntamos a nosotros, a ver qué nos respondemos?, por ejemplo ¿por qué creo en lo que creo?, ¿por qué hago lo que hago?, ¿por qué pienso que esto es bueno y que aquello es malo?, la intención es dudar de nuestras ideas y visiones del mundo, y ello nos ayudará a enriquecernos de forma significativa, pongamos en tela de juicio todo lo que damos por sentado, debido a que muchas veces todo eso que damos por sentado solo responde a un sistema de automatización, es decir que ya sin cuestionar: lo aceptamos.

Muchas de las cosas que antes se creían como ciertas, ahora resulta que no son verdad, tan simple como pensar que la Tierra era el centro del universo y el Sol giraba alrededor de ella, ya después se descubrió que la Tierra es la que gira alrededor del Sol, así como Plutón se consideraba planeta y ahora se tiene la certeza de que no lo es.

De la misma manera muchas ideas socialmente aceptadas pueden estar equivocadas, cuando se descubrió América se decía que no teníamos alma, ¡uf! Gracias a Dios, los de este continente, ahora ya sabemos que pertenecemos a la raza humana. La homosexualidad dejó de ser una enfermedad para la OMS en 1990; la lista sería interminable sobre las cosas que tomábamos como ciertas, y ahora resulta “que dijo mi mamá que siempre no”.

¿Cuántas ideas tendremos equivocadas nosotros como personas? Esa idea de bueno o malo, de correcto o incorrecto, ¿tendríamos que cambiarla?, ¿se trata de irnos reiniciando cada cierto tiempo?, o la tarea sería cuestionarnos las cosas o situaciones de nuestra vida, ser un poco más conscientes de lo que hacemos y sobre todo cómo lo hacemos.

La cosmovisión que poseo del mundo, ¿será la correcta o estará en un error?, es así, que viajar para conocer otras culturas es una gran recomendación, saber sobre otras formas de vida, porque eso nos ayuda a ampliar nuestros horizontes; solo así nos damos cuenta de forma directa a través de nuestros sentidos, que hay otras maneras de vivir, otros estilos para relacionarse y sobre todo diferentes maneras de ver el mundo. Otra manera muy eficaz es a través de la lectura, esa que también nos lleva a mundos extraordinarios.

No se trata de juzgar si yo estoy bien o mal y tú estas en el lado opuesto de la balanza, solo hay que entender que hay una variedad infinita de visiones en el mundo. El preguntarnos constantemente lo que creemos y por qué lo creemos, nos ayudará a enriquecernos y sobre todo a corregirnos si es que contamos con respuestas equivocadas o simplemente que ya caducaron.

¿Cómo ves, te animas a preguntar y preguntarte?

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