A las y los mexicanos:

La entrada en vigor del tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es de gran importancia para México, toda vez que las tres economías que lo integran generan más de 23 billones de dólares al año en Producto Interno Bruto, lo que representa el 26 por ciento del PIB mundial, convirtiendo a la región en la de mayor potencial productivo e industrial del orbe.

Durante la actual administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, no obstante, las vicisitudes derivadas del mundo globalizado, las relaciones comerciales y los vínculos diplomáticos, han arrojado resultados exitosos, los cuales, por un lado, posicionan a México como un actor estratégico a nivel internacional, y por el otro, le permiten continuar por la ruta de la transformación para alcanzar el desarrollo integral y sostenible.

El intercambio comercial, cultural, científico y tecnológico con nuestros vecinos del norte da cuenta de una nueva etapa en donde es posible hacer coincidir en un Instrumento Internacional los intereses de tres países con pleno respeto a sus soberanías y proyectos nacionales. En el caso de México, el T-MEC a diferencia del TLCAN, es una herramienta estratégica para dar paso a la justicia distributiva, combatir la desigualdad y la pobreza, así como para detonar el desarrollo económico nacional, a través de la apertura de oportunidades reales para los sectores productivos mexicanos, así como de la generación de espacios adecuados para atraer mayores inversiones.

Lejos de los pronósticos desalentadores de algunos, la realidad es que tanto las negociaciones del T-MEC, como las relaciones bilaterales que ha sostenido México y Estados Unidos durante el gobierno actual han sido positivas, incluso, en esta pandemia que ha provocado una crisis mundial en diferentes ámbitos, los vínculos colaborativos se han estrechado, por ejemplo, en la adquisición de medicamentos, insumos y equipo médico para combatir el COVID-19, así como en el ámbito petrolero, específicamente, con los recortes de producción propuestos por la OPEP.

El T-MEC asegura sectores estratégicos para México como el agropecuario, automotor, industrial, autoral, tecnológico, científico y comercial, lo cual requirió de la actualización y perfeccionamiento del marco jurídico nacional, a efecto posibilitar una competencia en condiciones de ventaja para las empresas, industrias, autores, creadores e innovadores nacionales, por lo que, entre otros aspectos:

1) Se expidió una nueva Ley de Infraestructura de la Calidad, con el objeto de armonizar la normalización, la evaluación de la conformidad y la metrología con las mejores prácticas y los más altos estándares internacionales para mejorar la competitividad de nuestro país en un entorno global; se dio vida a un nuevo Sistema de Infraestructura de la Calidad para fortalecer la capacidad productiva del país y permita contar con bienes, productos, procesos y servicios de calidad, lo cual beneficia a los consumidores y usuarios finales, al garantizarles que los bienes, productos, procesos y servicios que adquieran son adecuados y seguros.

2) Se expidió una nueva Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, la cual considera la nueva realidad económica y tecnológica en el entorno global, y permite hacer efectivos los derechos a la propiedad industrial, al proteger las invenciones y creaciones de intelecto humano, lo que resultará en una mayor competitividad.

3) Se reformó la Ley del Derecho de Autor, a efecto de ampliar la protección de las obras que se ponen a disposición del público a través de medios alámbricos e inalámbricos, proteger el derecho de autor y derechos conexos implementando medidas tecnológicas de protección efectivas, y salvaguardar las acciones que sin fines de lucro se realicen en formatos accesibles de una obra, interpretación, fonograma en lenguajes y diferentes sistemas dirigidos a personas con discapacidad.

El conjunto normativo beneficia, desde luego, a los sectores turístico y cultural, dos de vital importancia para detonar el desarrollo nacional y de las entidades federativas, ya que favorece a las industrias creativas, el comercio electrónico y el talento nacional al establecer un entorno seguro para las cadenas de valor, cuya certeza jurídica está sustentada en leyes modernas y sanciones claras.

En este sentido, la visita oficial del presidente Andrés López Obrador a Estados Unidos para entrevistarse con el presidente Donald Trump, en el marco de la entrada en vigor del T-MEC, resulta por demás oportuna para refrendar la alianza estratégica entre ambas naciones y sellar una nueva etapa diplomática de entendimientos en el contexto de la actual.

Paola Félix Díaz
Titular del Fondo Mixto de Promoción Turística de la CDMX;
activista social y exdiputada federal.

Google News