A todos los mexicanos.



México y muchas de sus ciudades, entre ellas la CDMX, son un imán para el turismo internacional. Las principales publicaciones especializadas confieren a nuestro país un magnetismo histórico cultural, con bellezas naturales y recintos únicos, que lo hacen, a nivel mundial, una de las principales opciones a visitar.

Los norteamericanos ubican a México como una de sus primeras opciones de viaje; de Europa los italianos, alemanes y franceses son los visitantes extranjeros que más llegan a nuestro país, no solo a destinos de playa, sino a ciudades coloniales, regiones arqueológicas y zonas donde se práctica el ecoturismo y el turismo especializado, ya sea de buceo, pesca o arqueológico.

Ante los ojos del mundo, el nuestro es visto como un país mágico, en el que convergen una sinfonía de culturas, tradiciones, creencias y prácticas que no hay en ninguna otra nación.

Aquí, el visitante encuentra una feria de sabores en su comida que compite a nivel mundial; un trato cálido de la gente hacia los visitantes, que siempre los cautiva; sitios y recintos históricos que lo mismo trasladan al turista a un viaje al pasado azteca, maya, zapoteco, mixteco, olmeca, tolteca, mixteco o chichimeca, que al presente cosmopolita de los museos y centros urbanos que despuntan al futuro.

De esto habló el pasado lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador, del gran país que tenemos y la maravillosa oportunidad que debemos darnos de conocerlo, pero sobre todo de vivirlo, caminarlo, sentirlo, palparlo  porque está aquí y es nuestro.

Es el México que debemos de llevar en la piel y con el que debemos de hacer un pacto de unión: respirarlo para fortalecernos y engrandecer nuestra identidad y pertenencia.

Si hay alguien que conoce prácticamente todos los rincones del país, ese es López Obrador, quien cada vez que tiene la oportunidad recuerda que ha recorrido más de tres veces todos los municipios. Sabe de caminos, rancherías, pueblos, senderos, de comida regional y de sitios emblemáticos; ha vivido y respirado sus costumbres, creencias; ha percibido sus sueños, también sus preocupaciones.

Por ello ha hecho un llamado a toda la población, a las familias mexicanas, para que, en la medida de sus posibilidades, hagan turismo nacional, salgan a recorrer los pueblos coloniales del Bajío, las zonas costeras de Veracruz, los sitios turísticos de Sinaloa, Durango, Baja California Sur, la región boscosa de Chiapas o la siempre sorprendente Oaxaca con sus tradiciones, culturas y gente creativa.

Quiere que los mexicanos visiten las Barrancas del Cobre en la Sierra Tarahumara, Chihuahua; Los Mochis, Sinaloa; Ensenada en Baja California; que   acuda a ver las ballenas en Guerrero Negro, en el Municipio de Mulegé, que vayan a Bahía de Tortugas, Los Cabos y Loreto, en Baja California Sur; que disfrute la Huasteca en San Luis Potosí, Veracruz e Hidalgo.

“Es increíble lo que se ve en el país en cuanto a arte, en cuanto a cultura, las tradiciones, las costumbres, la comida, todo se disfruta en el país”, dijo.

Mención especial le mereció todo lo que ofrece la Ciudad de México, Capital Cultural de América, de la que resaltó su gran oferta de Museos -la CDMX es la Segunda Ciudad con más museos a nivel mundial-; Templo Mayor, que resguarda los vestigios de la Gran Tenochtitlán; Palacio Nacional y sus siglos de historia; los Palacios del Virreinato, en sí un recorrido de historia, tradición y cultura.

López Obrador perfiló ya lo que seguramente será un anuncio en breve, para que la Secretaría de Turismo, al frente de Miguel Torruco Marqués, instrumente un plan de fomento al turismo familiar, una gran determinación de apoyar el turismo interno como no se ha hecho en décadas.

“Yo lo celebro mucho que se haga ese turismo, a ver cómo apoyamos. La Secretaría de Turismo debería de tener un programa, ya nos va a escuchar ahora Miguel Torruco, en ese sentido...”, expresó AMLO.

Cuando habla del México que ha visto, sentido y caminado por brechas, senderos y carreteras, pueblos y comunidades, el presidente se emociona y transmite la pasión por esta nación.

Eso, sin duda refleja su determinación de que los mexicanos también conozcan México. Qué viajen fuera del territorio, sí, pero también que disfruten todo lo que hay aquí.

Reconoce que existe un problema de seguridad en el país, que en algunas regiones es más acentuado que en otras, sin llegar a un nivel de alerta, pero ha comprometido su palabra a trabajar de la mano de la Guardia Nacional para abatir la inseguridad y delincuencia que permita que los mexicanos viajen con mayor seguridad.

Se trata de un círculo virtuoso que merece todo el apoyo de quienes encabezan los sectores involucrados en el sector turístico, desde los representantes de la industria hotelera, del transporte aéreo y terrestre turístico, hasta los del sector de la gastronomía y de la larga cadena de personas que prestan un servicio relacionado con la atención de visitantes.

El turismo detona la economía, es generadora de empleo, representa oportunidad de crecimiento y desarrollo de personas y empresas, pero lo más importante, y en eso radica la propuesta del presidente López Obrador, el turismo debe estar al alcance, primero, de los nacionales que son poseedores naturales de esas bellezas histórico-culturales y turísticas.

Tomémosle la palabra al presidente: hagamos posible un turismo más accesible para todos, seamos parte de ese proyecto de gran trascendencia que es que cada vez más mexicanos conozcan su país, que aprecien sus raíces, su cultura, su identidad, en sí, que vivan la raigambre de la que están hechos los mexicanos.
 

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Activista social y titular de
Fondo Mixto de Promoción
Turística de la CDMX. @LaraPaola1


 



 

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