A las mexicanas y los mexicanos:

Han transcurrido 84 años desde aquel 25 de octubre de 1937 cuando se creó la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) con el objetivo de defender la integridad, la independencia y la soberanía de nuestra Nación, así como de garantizar la seguridad interior y auxiliar a la población civil en casos de ser necesario. La SEDENA cobró vida durante el mandato de Lázaro Cárdenas, debido a la evolución natural de las instituciones en el marco de los nuevos contextos de la época, cuando una Nación renovada emergió campante tras la última descarga de pólvora.

La SEDENA surgió por la necesidad de ampliar las atribuciones, funciones y obligaciones del Estado frente a las transformaciones políticas, sociales y económicas que acontecieron en el país, en aras de satisfacer las nuevas demandas que planteaba el México postrevolucionario que, buscaba cauterizar las heridas de la interminable lucha armada.

Desde entonces, tras su decreto oficial, la Secretaría de Defensa Nacional ha velado incansablemente por la seguridad de todas y todos, lejos de los reflectores mediáticos y en el anonimato de las heroínas y héroes auténticos, como lo son cada uno de sus integrantes, quienes se han consagrado a la tarea de darnos patria.

Su naturaleza apolítica la coloca en una instancia irreprochable y discreta, ya que su objetivo es conservar el sano equilibrio y seguridad del territorio nacional, con la finalidad de salvaguardar el progreso y el desarrollo de nuestra Nación. Resultaría imposible concebir a México sin su existencia, ya que es uno de los pilares de nuestro bienestar.

Por todo lo anterior, es que hoy, me parece necesario reflexionar sobre la enorme importancia que representa esta honorable institución y darle un merecido reconocimiento como un acto de civismo, pero sobre todo de gratitud.

¿Qué sería de nuestras tradiciones, bagaje cultural y recursos naturales sin la paz que subsiste gracias a la entrega y la valentía de las y los militares? Todo lo que nos hace e identifica está salvaguardado por esta institución. Es mucho lo que le debemos a la SEDENA, por eso, desde este espacio, rindo homenaje a su profesionalismo y sacrificio puesto al servicio de las y los mexicanos.

No sobra señalar que la SEDENA se ha modernizado y adaptado a cada uno de los cambios de nuestro país, descartando la opción armada para solucionar conflictos sociales o políticos. La paz y seguridad de la cual gozamos es gracias al impecable desempeño de la Secretaría de Defensa Nacional. Su apego a la legalidad y su lealtad han sido corroboradas año con año, como un vivo ejemplo de valor y temperancia.

Conmemorar la loable labor de las y los integrantes del Ejército Mexicano y Fuerza Aérea Mexicana que conforman esta magna institución, es celebrar el orgullo nacional, apreciar nuestras virtudes como Nación, así como los logros institucionales que alcanzamos a través de la historia y hemos sabido fortalecer en estos tiempos.

Gracias a 214 mil 596 mujeres y hombres uniformados que también son pueblo, tenemos la certeza y la seguridad de que, ante los embates de la delincuencia, los desastres naturales, la pandemia y cualquier otra circunstancia, siempre con profunda solidaridad y amor a la patria, estarán ahí para salvaguardar nuestros derechos, patrimonio, integridad física y sueños democráticos. ¡Larga vida a la SEDENA!

Paola Félix Díaz

secretaria de turismo de la CDMX;

activista social y exdiputada federal.

Google News