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, están reunidos la necesidad, la negligencia, la irresponsabilidad, los protocolos de la pandemia, la economía de un evento y el deseo ferviente de los aficionados por tener distracción con un espectáculo en el que participarán casi todos los mejores tenistas del mundo. Al mismo tiempo, me da la impresión del enorme alarde promocional, publicitario y protección de imagen de uno de los cuatro torneos de Grand Slam .

Hagamos un viaje juntos hasta Adelaida, ciudad que ha albergado y protegido a Novak Djokovic , Rafael Nadal , Naomi Osaka , Simona Halep , Venus Williams y Alexander Zverev , entre otros, con todos los cuidados y protocolos, con la diferencia de que todos los demás tenistas que participan en el Australian Open (más de 70, entre ellos y ellas), han tenido que estar encarcelados en cuarentena.

Las estrellas tenían canchas y horarios de entrenamiento, se hospedaron en casas con canchas de tenis y, aunque pasaron por las pruebas del Covid-19, estaban consentidos y bien cuidados. El resto de los y las participantes, quienes tienen la necesidad de jugar este torneo para obtener puntos y dinero en premios, estuvieron en hoteles especiales, de los cuales se quejaron en demasía.

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Este cóctel de negligencia y necesidad destaca que el Covid-19 no le importó a cuatro mil aficionados, muchos de ellos sin mascarilla, quienes presenciaron los juegos de exhibición en Adelaida, donde Djokovic, Nadal, Osaka y Williams, entre otros, hacían declaraciones irreverentes e irresponsables sobre que era ya necesario jugar con público.

No hay duda de que aficionados, tenistas, organizadores y las autoridades australianas ven la tempestad y no se hincan. Los torneos de Grand Slam y la Copa Davis tienen un enorme impacto económico en las ciudades y en el turismo; desafortunadamente, para los organizadores la pandemia es secundaria a sus intereses económicos.

Australia ha sido el vivo ejemplo de las dificultades que tendrán los Juegos Olímpicos en Tokio , si es que se realizan. ¡Vamos! Este torneo puede hacer que rebrote el Covid-19 en Australia y sea llevado por los tenistas a sus respectivos países, pues dejarán que 30 mil aficionados ingresen al estadio, por sesión diariamente, durante dos semanas. Esto es negligencia y necesidad juntas.

luis@vamosdeportes.com

 
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