Los que hemos seguido con preocupación el desarrollo de esta crisis de salud y económica, ayer recibimos un balde de agua fría: El FMI actualizó las expectativas de crecimiento en México para este año de un previo de -6.6%, ahora a un -10.5%. Cifras escalofriantes para cualquiera que quiera una recuperación de nuestra economía lo más pronto posible. Sobre todo, si tomamos en cuenta que estas son de las peores cifras a nivel mundial, contrastando con el pronóstico para la economía global de -4.9% o de Estados Unidos de -8%. Una contracción de esta magnitud no ocurre en Mexico desde 1932.

Claramente estamos ante una situación de emergencia sin precedentes. Mucho se ha hablado de la crisis de desempleo que estamos viviendo y que requiere de acciones decididas y solidarias en todos los protagonistas de la economía mexicana. Gobierno, empresarios y ciudadanos debemos de luchar en conjunto si habremos de salir de esta situación en el tiempo más corto posible. Sin embargo, vemos con preocupación cómo precisamente esa falta de solidaridad , nos tiene a todos hundidos en un diálogo de sordos donde parece que es más importante defender posturas políticas, que implementar propuestas solidarias del más básico sentido común.

Como todos sabemos, estamos a menos de una semana de la implementación del nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, mejor conocido como T-MEC. Es una oportunidad inmejorable de trabajar en fraternidad todos en México por el crecimiento económico que estamos buscando. El T-MEC representa, por mucho, el tratado de libre comercio más importante del mundo. Con la situación de enfriamiento de la relación comercial entre China y Estados Unidos, la mesa está servida para aprovechar este tratado y maximizar su potencial beneficio, no únicamente para nuestro país, sino para estas tres economías. Basta recordar que en la primera edición de este acuerdo, el TLCAN, en sus 15 años de existencia aumentó la actividad económica de México hacia Estados Unidos en 651% y de México hacia Canadá en 809%. El valor económico entre estos tres países en ese período paso de ser de $290 Billones de dólares a más de $1.3 Trillones de dólares. Lo valioso del gran potencial de este acuerdo y la coyuntura en que nos llega hoy, es más obvio que nunca. Es una oportunidad que debemos de aprovechar. Lo que no podemos es entrar a este acuerdo desde una posición de debilidad como la que hoy tenemos en nuestra economía, con tasas de desempleo y necesidades básicas que debemos subsanar con sentido de urgencia. Según el Banco Mundial nuestro país es la 11.ª economía del mundo, sin embargo somos la economía número 48 en competitividad, el país número 96 en acceso a internet. No se necesita ser un genio para saber que debemos de trabajar arduamente en enfrentar todos estos retos.

Ahora más que nunca es importante reparar y construir la modernidad y la competitividad de nuestra economía. Para que esto ocurra, es indispensable unir fuerzas y sumar todos en una misma dirección por el bien de nuestro país. Si no es ahora, ¿cuándo? Si no somos cada uno de nosotros, ¿quién?

* Director General de Strategy Primus y Presidente de la Comisión Nacional de Educación de la COPARMEX @LuisEDuran2

Google News