En su investidura ayer como presidente número 46 de los Estados Unidos de América, el demócrata Joe Biden empezó con mensajes positivos entre los que resaltaron sus exhortos en favor de la unidad de sus gobernados, exaltada ésta como el único camino para resarcir los errores cometidos por la administración anterior.
En su primer día de trabajo, y aún sin hacerlo explícito, Biden envió también a su vecino del sur buenas señales que hacen a un lado las ofensas y las estigmatizaciones que su predecesor prodigó continuamente a nuestra nación.
Si bien México no estuvo en su discurso inaugural, dos de los decretos firmados por Biden en lo que fue su primera sesión de trabajo tras su toma de posesión, se vinculan con lo que sucede al sur del Río Bravo.
Relacionado directamente con nuestro país, Biden suscribió el cese del financiamiento para continuar la construcción del muro en su frontera sur, aunque es dudoso que pudiera en un futuro incluir la demolición de lo ya levantado, que casi seguramente permanecerá en su sitio y al que habrán de agregarse todavía unos cuantos kilómetros más con el presupuesto y los contratos vigentes que dejó comprometidos Trump.
La otra medida relacionada con los mexicanos es el rescate del programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), con el que se evitará la deportación de unos 650 mil migrantes que llegaron a EU siendo niños, conocidos como Dreamers por su anhelo de ser reconocidos como ciudadanos estadounidenses y gozar de la protección de sus leyes y los derechos con que cuentan el resto de los norteamericanos.
No se puede desperdiciar esa oportunidad que se abre. Si bien seguramente Biden buscará resarcir los agravios y daños cometidos por Donald Trump tanto al interior de su país, como en su relación con la comunidad internacional, el papel de México con EU tiene que ser el de principal socio colaborador y ser muy propositivo en todo lo que respecte a la relación bilateral.
Para ello, necesita solucionar o atenuar las desaveniencias recientes que se han dado en algunos aspectos de su actuación con respecto a EU, como el esquema de colaboración e intercambio de información en asuntos mutuos de seguridad interior, o el cambio en las políticas de migración por las cuales nuestro país se ha comprometido a fungir como dique de contención para las caravanas de migrantes centroamericanos que intentan llegar al territorio norteamericano a través del nuestro. El camino será largo, pero se avizora promisorio.