Por: ING. Luis Rojas Nieto / Presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México

A lo largo de la historia, los seres humanos hemos desarrollado conocimientos y habilidades técnicas para construir viviendas, caminos, puentes y acueductos para satisfacer necesidades y promover el bienestar de las familias y comunidades. Desde sus orígenes, las Ingenierías se han inspirado en el reto de encontar el equilibrio entre las ciencias exactas y una profunda responsabilidad social que impacte positivamente en la vida diaria de las personas. El trabajo de los Ingenieros Civiles es la de una profesión eminentemente técnica, pero, ante todo, una actividad con un enorme componente humanista.

Hablar de la Ingeniería Civil es hablar de Infraestructura, un recurso capaz de impulsar el desarrollo económico y social, por su relación con todas las capacidades productivas de un país y con los servicios indispensables para la sociedad. La infraestructura es educación, salud, movilidad, agua, energía, comunicación y el único camino hacia un futuro sostenible.

Desde los años del México postrevolucionario, los profesionales de la Ingeniería Civil formados en nuestro país, han sido los responsables de realizar las obras y proyectos públicos de infraestructura a cargo de las diversas instancias gubernamentales. En 1925 fue creada la Comisión Nacional de Caminos, uno de los antecedentes históricos de la actual Secretaría de Comunicaciones y Transportes, SCT, que está conmemorando 130 años de trabajo por México y en 1926 la Comisión Nacional de Irrigación, con su lema “Por la Grandeza de México”, un organismo indispensable para hacer realidad los objetivos de la Reforma Agraria. De ahí se derivaron posteriormente la Secretaría de Recursos Hidráulicos y la actual Comisión Nacional del Agua, CONAGUA.

En relación a la energía, todavía con el impulso revolucionario, fue creada en 1937 la Comisión Federal de Electricidad, empresa productiva del Estado, encargada de generar, transmitir y comercializar la energía eléctrica en todo el país. También en el sexenio del Presidente Lázaro Cárdenas, en 1938, fue creada la empresa estatal Petroleos Mexicanos, PEMEX, encargada de la exploración, producción, refinación, transporte y comercialización del petróleo y el gas natural de México. A lo largo de los años, estas dependencias y empresas productivas del Estado se convirtieron en el motor para el crecimiento y un recurso importantísimo para el gobierno y la sociedad para impulsar el desarrollo, combatir la pobreza y transformar al país con las obras y proyectos que hoy conocemos.

Sin duda, en esta historia han participado profesionistas de todas las carreras, no únicamente de las Ingenierías, el México que conocemos hoy en día, es el resultado del esfuerzo personal y profesional de técnicos y trabajadores, médicos, economistas, abogados, filósofos, agrómomos, sociólogos, arquitectos, físicos, químicos e ingenieros de todas las especialidades. Hombres y mujeres comprometidos con el país formados en escuelas públicas y privadas, pero principalmente en las dos instituciones de educación superior más importantes en la historia de México: La Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, el IPN, que siempre ha mantenido los valores que le dieron vida, también en el período de gobierno del Presidente Lázaro Cárdenas, para promover la independencia económica, científica, tecnológica y cultural del país a través de la educación, “La Técnica al Servicio de la Patria”, porque Ingeniería es Soberanía.

Es en este contexto, en Marzo 1946, surge el Colegio de Ingenieros Civiles de México (75 Aniversario), inspirado en la Ley Reglamentaria del Artículo 5o. Constitucional, relativo al ejercicio de las profesiones. A partir de entonces los Ingenieros Civiles de México de manera organizada, hemos mantenido permanente nuestro compromiso para estrechar lazos de colaboración con todas las instancias de los tres niveles de Gobierno, en beneficio de México.

La historia gremial de la Ingeniería Civil ha estado muy presente en el México del siglo XX y lo que va del XXI y ha sido protagonizada por importantes personalidades que han dejado huella en varias generaciones: Juan de Dios Batiz Paredes (1890-1979); Adolfo Orive Alba (1907-2000); Carlos Ramírez Ulloa (1903-1980); Javier Barrios Sierra (1915-1971); Bernardo Quintana Arrioja (1919-1984); Leandro Rovirosa Wade (1918-2014); Luis Enrique Bracamontes (1923-2003); Rodolfo Félix Valdés (1922-2012); Gonzalo Martínez Corbalá (1928-2017); Fernando Hiriart Valderrama (1914-2005) Heberto Castillo Martínez (1928-1997); Leonardo Zeevaert (1914-2010) y una lista interminable de profesionales de la Ingeniería, muchos de los cuales aún se mantienen en el ejercicio profesional en dependencias, empresas públicas y privadas, la academia, la consultoría y la investigación.

SCT, CONAGUA, PEMEX Y CFE son un claro ejemplo, no son los únicos, del relevante papel del Estado Mexicano en la creación de la Infraestructura que requiere el país. Miles y miles de obras y proyectos diseminados en todos los rincones de la patria, planeados y diseñados por ingenieros mexicanos y en la mayoría de los casos, construidos por empresas mexicanas que han sido fuente de empleo, formación y especialización para millones de mexicanos.

Para México y para el mundo, la contingencia sanitaria y el aislamiento social provocado por la pandemia han acelerado nuevos retos. La caída en la economía ha agudizado el desempleo, la pobreza y la desigualdad y trae nuevas responsabilidades para todos. La Ingeniería Civil debe reinventarse cada día y participar en la “Reingeniería del Todo”. Estamos obligados a mantenernos como la fuerza, siempre preparada y dispuesta, para lograr el bienestar de todos los mexicanos.

Debemos pasar a un escenario de desarrollo tecnológico con enfoque social a través de los servicios; proyectos de bajo costo y alto impacto; ciudades inteligentes con énfasis en el transporte y la movilidad eficiente para el traslado casa-escuela-trabajo; infraestructura para la salud, educación, cultura y deporte; agua y energía para todas las familias; inversiones públicas y privadas con planeación e innovación enfocadas para la reactivación de la economía y el desarrollo social; infraestructura del transporte adaptada a la globalización y logística multimodal; protección del medio ambiente y visión de sostenibilidad; pero ante todo, ejercicio profesional bajo los principios de responsabilidad social, ética, transparencia y lealtad a México.

Reiteramos nuestro apoyo a las declaraciones emanadas desde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes durante el homenaje al Ing. Daniel Díaz Díaz, en el sentido de que los Ingenieros Civiles deben ser los responsables de realizar obras y proyectos de infraestructura. Pero más allá de eso, estamos convencidos de que México nos necesita a todos. Los Ingenieros Civiles estamos convencidos de que la suma de los esfuerzos institucionales, unidos a la capacidad y responsabilidad de los profesionistas de todo el país, nos permitirá la construcción de un futuro sostenible, igualitario, con bienestar y más justo para todos.

#TodosConstruimosMéxico

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