Ya son más de dos meses con el mundo del deporte prácticamente paralizado.

Tímidamente, el mundo camina hacia la normalidad, pero eso no significa que lo que sucede en otros lados sea necesariamente relevante en nuestro país. Volvió la Bundesliga , pero seamos honestos: Aquí, ¿a quién le importa? Y la muestra de que a nadie le interesa es que se habla más de quienes participan en las transmisiones que del juego. Tan fácil que es bajarle el volumen a la televisión.

 

Por supuesto que pasan cosas en el mundo del deporte. Y en los últimos días, en México, ha brotado bastante información. Pero para efectos de ésta, su columna de confianza, daría lo mismo que no sucedieran. Y no es que su servidor haya enloquecido. Vamos por partes.

La cancelación del Clausura 2020 queda vieja para esta publicación. Ríos de tinta y saliva se han empleado con respecto al tema. No me sorprende para nada que hayan florecido tantas teorías de la conspiración, porque en este país así somos: dudamos de todo y lo raro hubiera sido que nadie pusiera en tela de juicio las intenciones de los dirigentes. Si fuéramos suecos, otro gallo nos cantaría.

Y como no tengo ninguna teoría de la conspiración para agregar (sí, soy mexicano y le creí a la autoridad. Increíble, ¿no?), no vale la pena hablar del tema. A mí, esta cancelación sólo me generó dos preguntas: ¿Qué les habrán dicho las autoridades de salud a los dirigentes para que decidieran dar por terminada la Liga, con todas las pérdidas económicas que eso conlleva? Y ¿cuánto faltará realmente para poder volver a la normalidad?

Por otro lado, el gran tema de la semana: La mudanza de Monarcas a Mazatlán . Mientras redacto estas líneas (lunes al mediodía, para que se publique hoy martes), aún no se oficializa el cambio de sede, ni se conocen los porqués del traspaso. Y es por eso que considero irresponsable verter una opinión, ya que no hay manera de fundamentarla.

Desde afuera, y sin saber, lo único que puedo decir es que nunca me han gustado los cambios de sede (que son bastante comunes en el futbol mexicano, porque hasta eso le copiamos al deporte estadounidense), pero también tengo claro que es muy fácil hablar del dinero de los demás. Con la cartera del otro, siempre será más fácil realizar juicios de valor.

En fin, no pasa nada y pasa mucho. Ojalá pronto podamos volver a las teorías de la conspiración de toda la vida, a esas que tienen que ver con lo que sucede durante los partidos.

Adendum. Hay muchas cosas que Knut sigue sin comprender del deporte mexicano, pero que Renato Ibarra siga en el América encabeza su lista. Le dije que aún no hay nada decidido y que podrían venderlo. Me contestó que hay ocasiones en que el dinero debe quedar de lado.

futbol@eluniversal.com.mx

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