La ley General de Partidos Políticos establece que cada uno de los candidatos tiene la obligación de presentar su plataforma electoral y registrarla ante el Instituto Nacional Electoral. En esta ocasión, estas plataformas fueron aprobadas por el consejo general del INE el día 31 de enero del presente año.

De forma muy breve, las plataformas electorales son el mecanismo institucional (por escrito) mediante el cual podemos conocer la percepción que cada uno de los candidatos tiene del país, su visión y la forma en la que se pretende dar solución a los problemas que el país enfrenta. Han pasado cinco meses de esto y, a estas alturas de las elecciones, poco se ha ahondado en el contenido de las plataformas; los candidatos han optado por estrategias como “reservar los detalles de sus propuestas para evitar que se las roben” o en su defecto publicarlas en libros o documentos que pretenden complementar lo que ya debería estar en las plataformas. Sin embargo, a partir del primero de diciembre, la única prueba por escrito mediante la cual podemos comenzar a evaluar al futuro presidente, es a través de, sus plataformas electorales, las cuales dan lo que podemos esperar de cada uno de los candidatos y en estricta teoría, marcan el universo dentro del cual oscilan las decisiones de los candidatos.

Un punto medular en estas elecciones es el tema de la seguridad, no es secreto para nadie, ni una cuestión de interpretación, es decir que hoy el país atraviesa una crisis en materia de seguridad, como prueba de ello, los homicidios dolosos se encuentran en su máximo histórico, los delitos relacionados con armas de fuego no paran de crecer y de forma proporcional. La percepción de inseguridad crece día con día y las acciones que se han tomado claramente no han funcionado. Mientras que, existen esfuerzos como lo fue la estrategia de “Anne Milgram” en Nueva Jersey, la cual, mediante el uso de datos e información para generar estrategias y tomar decisiones basadas en evidencia, logró reducir la incidencia delictiva, particularmente aquella que refería a crímenes violentos, remarcan la importancia que tienen los datos y la información para combatir de forma efectiva la actividad criminal; sin embargo, y de forma lamentable, las plataformas electorales que presentaron los candidatos nos sugieren que los datos, la información y la inteligencia poca relevancia tienen en las “estrategias” de los para tratar de resolver la crisis de seguridad que atravesamos.

De forma muy concreta:

La plataforma electoral de José Antonio Meade nos habla de datos e información en solo un momento y es cuando llama a “transitar la estrategia nacional de seguridad a una política de Estado”, en la cual, se comparta información con sociedad civil y comunidades volviéndoles copartícipes en las decisiones y acciones para afrontar sus problemáticas, por otro lado, se mencionan estrategias donde se habla de incautación de armas y combate al crimen organizado, estas se quedan ahí y no aportan ni los quienes ni los que ni los cómo.

En el caso de la plataforma del proyecto alternativo de nación de la coalición juntos haremos historia y, a pesar de ser la que más datos retoma durante la plataforma, esta no propone la creación de más información o la ampliación de la misma y mucho menos sustenta con evidencia sus propuestas en materia de seguridad.

En cuanto a la plataforma del frente por México, destaca la propuesta de: reformular la estrategia contra la delincuencia organizada, privilegiando el uso de la información de inteligencia para la desarticulación de los grupos delictivos. Éste es el único caso donde se menciona, de forma explícita el uso de información e inteligencia para hacer frente al crimen organizado, sin embargo, la propuesta, no se encuentra desarrollada y no aporta elementos suficientes como para ser evaluada.

Es preocupante la superflua forma en la que las propuestas -particularmente las de seguridad- son expuestas dentro de las plataformas, y preocupan más las excusas de los candidatos para no desarrollar, de forma amplia, sus propuestas dentro de las mismas, las cuales, al final del día son una herramienta que nos beneficia a todos, tanto a la ciudadanía, dotándonos de información para conocer y evaluar a nuestros candidatos, como a los partidos, dándoles piso firme para poder sustentar sus propuestas y así evitar la aparición de propuestas ocurrentes durante las campañas.

Angel Serrano Gálvez

Investigador del Observatorio de la Ciudad de México (OCMX)

@un_mexicano @obsnalciudadano @OCMXSeguridad

Fuentes

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