Los ciudadanos morelenses estamos listos para enfrentar el ejercicio democrático más importante del país, pero es necesario que los candidatos asuman con responsabilidad los retos que exige esta realidad que nos perturba y amenaza en nuestra vida, seguridad, patrimonio y desarrollo. Es urgente también que se restablezcan los mecanismos que propician la participación ciudadana, no existe un Estado que se asuma soberano, sin contemplar obligatoriamente la participación activa de los ciudadanos.

A partir de este 29 de abril se dio inicio en el estado de Morelos al periodo de campaña de las elecciones del próximo 1º de julio. En este proceso se podrá elegir al próximo gobernador del estado de Morelos, así como la elección de 12 diputaciones locales por mayoría relativa, 8 diputaciones por la vía plurinominal, así como a las y los Presidentes Municipales de las 33 alcaldías (hasta ahora) del estado.

Sin embargo, más allá de lo complejo y desgastante que pueda significar en sí el proceso electoral, este proceso se ha de caracterizar por ser un proceso controvertido no sólo por la elección sino por lo que sigue una vez electo el futuro gobernador del estado, y es que la entidad tiene un caldo de cultivo abonado por distintos escenarios rebosados en ilegalidad, delincuencia, presunciones de nexos con el crimen organizado, violencia, entre otros más. Habrá que hacer un recuento rápido para describir la realidad que enfrenta el estado e ir de lo menos complejo a lo más complicado:

  • El gobernador saliente. Uno de los temas que más se ha tocado durante este proceso electoral es lo que sucederá al término de la presente gestión, no debemos olvidar que dentro de los contendientes a la gubernatura del estado, figuran dos personas cuyos encuentros y enemistades directas en contra del actual gobernador han sido constantes. El ex rector Alejandro Vera y el ex futbolista y ex alcalde de Cuernavaca Cuauhtémoc Blanco, han protagonizado tremendos líos que van desde la “persecución” denunciada por el Dr. Alejandro Vera a las constantes acusaciones hechas entre Cuauhtémoc Blanco y el Gobernador Graco Ramírez, el “Cuauh” que ha declarado abiertamente que en caso de ganar la gubernatura del estado, “irá con todo” en contra del actual gobernador, frente a lo que se muestra como revancha política
  • Endeudamiento estatal. En marzo del 2018, se dio a conocer que el actual gobernador Graco Ramírez Abreu,  había sido demandando penalmente por la Auditoría Superior de la Federación por presuntamente haber desviado un total de 534 millones de pesos durante el ejercicio fiscal de 2016. Calificando al estado de Morelos como “una entidad en alta situación de riesgo para cumplir con el principio de sostenibilidad, debido a que presentaron déficit en el balance presupuestario de recursos disponibles y en el balance primario de recursos disponibles”. Ello significaría que existen altas probabilidades de que la siguiente administración reciba no sólo arcas vacías, sino también un acumulado de deudas engrosadas a las ya existentes durante la actual administración.
  • Policía Morelos. El gran tema de la seguridad pública en la entidad se encuentra íntimamente relacionado con el modelo policial. No se debe olvidar que el mando único policial, ahora llamado “Policía Morelos”, fue una estrategia implementada por el actual gobierno y una de las mayores inversiones en materia de seguridad, por lo que los ahora candidatos, tendrán que presentar su posición frente al actual modelo policial. La incertidumbre se presenta necesariamente por los controversiales resultados obtenidos con el mando policial, la implementación del modelo ha estado llena de confrontaciones, y luego de 3 años se encuentra implementada en 32 de los 33 municipios del estado, y la pregunta es ¿continuará el modelo policial? Lejos de revisar únicamente la eficacia y los resultados se tendrá que analizar que un cambio de estrategia llevaría al traste los miles de pesos invertidos, por lo que representaría para el actual gobierno el retroceso, pero para el que viene la posibilidad de imponer a modo una nueva estrategia de seguridad pública y de prevención del delito. Lo cierto es que el tema de policías tiene que ser visto desde una necesidad primaria para el combate al actual estado de cosas que guarda la seguridad y la prevención en Morelos, no es tema menor que sea prioridad para los candidatos revisar las condiciones no sólo del mando único, sino en especifico de las policías: condiciones laborales, infraestructura, homologación de salarios y equipamiento, insuficiencia de elementos policiales en los municipios, destino del recurso FORTASEG, entre otros, son tan solo algunas de las condiciones revisables que deberían estarse escuchando en las propuestas electorales.
  • Los narco alcaldes. De acuerdo con declaraciones tanto del Comisionado de Seguridad Pública del estado de Morelos, Alberto Capella Ibarra, así como de la Fiscalía Especializada contra la Extorsión y el Secuestro en voz de su titular Adriana Pineda, en Morelos existía el registro de que al menos 11 alcaldes municipales estarían involucrados en el “pago del piso” a presuntos líderes del crimen organizado. Entre los alcaldes señalados se encuentran: Enrique Alonso, de Tlaquiltenango (detenido hace algunos días por presuntos nexos con el crimen organizado y puesto en libertad por la juez de causa al no haberse encontrado pruebas que señalaran nexos, la FGEM declaró impugnaría el fallo); del PAN, a César Augusto Franco, de Coatlán del Río; de Movimiento Ciudadano a Luz Dary Quevedo, alcaldesa de Tetecala y del PSD delataron a Francisco Salinas y Alfonso Sotelo, de Zacatepec y Jojutla, respectivamente, los priístas Alberto Sánchez, de Xochitepec; David Salazar, de Tlaltizapán; Jorge Miranda, de Amacuzac; Francisco León, de Miacatlán, y Dulce Medina, de Puente de Ixtla; Jorge Toledo, del Partido Humanista de Mazatepec. Todos extorsionados por Santiago Mazari, conocido como El Carrete: a quien se le tenían que pagar mensualmente con “cobros de piso mensuales y hasta compra de armas para el grupo delincuencial.” Aunque también se ha cuestionado si los nexos con este grupo criminal no sólo tendrían que ver con el cobro de piso, sino también con el financiamiento de campañas a las distintas alcaldías del estado, caso especifico el del alcalde de Tlalquitenango Enrique Alonso, quien además de ser señalado por estos supuestos nexos, fue el único alcalde de la gestión actual en haberse negado a aceptar la entrada de la policía Morelos, a sabiendas –según señala el mismo Comisionado Alberto Capella- de saberse involucrado con “los rojos”.
  • Incidencia delictiva. De acuerdo con los resultados de nuestro Reporte Anual sobre incidencia delictiva en Morelos 2017, el estado cerró el 2017 con 8 delitos de los 10 que se analizan de alto impacto dentro del top ten del ranking nacional, entre los que se destacan homicidio doloso, secuestro, robo en sus distintas modalidades y violación. A ello se debe sumar además que durante el primer trimestre de este 2018 se tiene registro de un total de 177 homicidios dolosos, 4 secuestros y 278 robos en lo que va del 2018; sólo por citar algunos delitos. Sin contar las ejecuciones y el descubrimiento de cuerpos desmembrados y abandonados que se han localizado en los distintos puntos del estado, los casos de violencia suscitados en centros nocturnos de la ciudad de Cuernavaca, y otros tantos casos que incrementan la percepción de inseguridad en la entidad.
  • Violencia de género. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Morelos se ubicó en el 3º lugar del ranking nacional en el delito de feminicidio. Los temas de violencia de género que se alimentan desde la impunidad, la falta de interés y empatía por parte de las autoridades del estado (autoridades ministeriales en específico), han ocasionado que en al menos, 11 municipios de la entidad se encuentren dentro de la lista de los 100 municipios del país con las tasas más altas de feminicidio: Jojutla. Esto aunado a la declaración dada el 10 de agosto de 2015 la alerta de género para ocho municipios: Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec.

Frente a estos y otros escenarios es claro que el próximo gobernador del estado tiene enfrente la necesidad de recuperar la paz y el bienestar de miles de morelenses, así como la rectificación de las instituciones públicas en pro de la consolidación eficaz del Estado de Derecho. Los ciudadanos morelenses estamos listos para enfrentar el ejercicio democrático más importante del país, pero es necesario que los candidatos asuman con responsabilidad los retos que exige esta realidad que nos perturba y amenaza en nuestra vida, seguridad, patrimonio y desarrollo, es urgente también que se restablezcan los mecanismos que propician la participación ciudadana, no existe un estado que se asuma soberano, sin contemplar obligatoriamente la participación activa de los ciudadanos y la adopción de políticas públicas que permitan la resolución de los problemas que más irrumpen el bienestar común; la manifestación plural de pensamientos, ideas y propuestas son necesarias para el saneamiento estatal y social, la consolidación de un correcto Estado de Derecho esta basada entre muchas otras cosas, en la confianza que los ciudadanos depositan en las autoridades, y en la posibilidad de que sean estas mismas autoridades las que nos encaminen a la consolidación del estado que queremos.

Cristina Rumbo Bonfil

Alan Antonio Almeralla Barreto

Observatorio Ciudadano de Justicia y legalidad A.C.

@OBCIJU / @RumboCristina / @AlanAlmeralla / @ObsNalCiudadano

Instituto Nacional Electoral. Elección Morelos 2018. Revisado el 06 de mayo del 2018.

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