El patriarca de la Iglesia de Antioquía, su santidad Juan X, resaltó la importancia de esa comunidad en México, que se concentra como una familia y como hermanos en Cristo Jesús.

Encabezó una ceremonia, en la que el arzobispo Ignacio Samaán recibió el báculo de pastor como arzobispo de esa iglesia en México, Venezuela, Centroamérica y El Caribe para suceder a Antonio Chedraoui, quien falleció el pasado 14 de junio.

En el acto en el que estuvieron presentes, el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Humberto Roque Villanueva, y el cardenal Norberto Rivera Carrera, así como integrantes de la comunidad libanesa en México, Juan X, subrayó la importancia de que estén unidos en la fe.

Su Santidad Juan X, quien llegó a México desde Líbano el viernes y estará hasta el martes, presidirá una liturgia en la Catedral de San Pedro y San Pablo en Huixquilucan, Estado de México.

Esta será la segunda ocasión en que un patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía visita nuestro país, la primera fue en 1985, con Ignacio IV. Ignacio Samaán, quien pidió a los presentes en la citada ceremonia acercarse a la Iglesia, reconoció la importancia de la responsabilidad que tiene como pastor en esta comunidad y la tarea como sucesor de Antonio Chedraoui.

Samaán, quien nació en 1975 en Damasco, Siria, es ciudadano mexicano. Llegó al país en 2001 como vicario de Antonio Chedraoui. Obtuvo la licenciatura en ciencias farmacéuticas en la Universidad de Damasco.

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