Ángel Díaz Barriga, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y Educación (IISUE) de la UNAM, recibió el doctorado honoris causa por la Universidad de Buenos Aires debido a sus aportes a la educación superior.

“Es un reconocimiento importante a una trayectoria en la que he trabajado temas que tienen que ver con la labor docente, la formación de profesores, el desarrollo de la evaluación educativa, del aprendizaje, del diseño curricular, de los planes de estudios”.

Fue algo relativamente inesperado y gratificante, señaló, pero dijo sentirse preocupado por el desprecio que existe en el país a lo didáctico.

Indicó en un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que la didáctica se ocupa del aprendizaje y de la formación, pero como disciplina desapareció de las escuelas desde 1997.

El investigador emérito mencionó que el profesor no es el único responsable del déficit formativo, “tenemos que experimentar porque toda práctica docente responde a un momento social”.

Expuso que a la escuela le quedan dos salidas: decir no al smartphone o ver la manera de incorporarlo como un instrumento de aprendizaje, pero habrá que experimentar.

Añadió que si no nos dejan avanzar en un camino de experimentación en esa ruta, no se logrará el cambio que se pretende.

Sobre las directrices que deben ser implementadas para mejorar la educación básica en el país, explicó que se debe iniciar con un trabajo sólido en las escuelas normales para recuperar el liderazgo de formación de profesores que han tenido en la historia.

También, subrayó, tendría que hacerse un ajuste radical a la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y a la Ley General del Servicio Profesional Docente.

Recibió el doctorado honoris causa en ceremonia realizada en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la casa de estudios bonaerense, en la que ofreció la conferencia Desafíos del currículo en la educación superior.

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