La Ley General de Sociedades Cooperativas rige la constitución y el funcionamiento de las empresas que funcionan en ese modelo. En esta norma se establece que son de capital variable, que los socios tendrán derecho al voto, independientemente de cuánto hayan aportado, y que habrá igualdad de condiciones.

Se contemplan tres tipos de sociedades cooperativas:

De productores de bienes y servicios: consiste en que los miembros se asocian para trabajar en común en la producción, aportando esfuerzo personal, físico o intelectual.

De consumidores de bienes y servicios: este tipo de cooperativa es en la que los integrantes se asocian con el objeto de obtener en común artículos, bienes o servicios para ellos, sus hogares o sus actividades de producción.

De ahorro y préstamo: se dedican a captar  recursos a través de depósitos de ahorro de dinero de sus socios y otorgan como préstamo el capital recolectado entre los miembros.

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