En el país, siete de cada 10 adultos viven con obesidad y esta enfermedad es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama, de ovario, páncreas, colorrectal y de próstata, que son las neoplasias que más afectan a los mexicanos, advirtió Jorge Luis Martínez Tlahuel, médico adscrito al departamento de oncología del Instituto Nacional de Cancerología (INCan). Aseguró que si los ciudadanos se alimentaran de manera saludable, realizaran ejercicio con frecuencia y evitaran el tabaco y el alcohol, 40% de los tumores malignos no existirían.

Cada año se detectan 190 mil casos nuevos de cáncer en México. En 2015, 85 mil 201 personas fallecieron por esta enfermedad, que es la tercera causa de muerte en la República, sólo después de la diabetes mellitus y las afecciones cardiovasculares.

A pesar de que ha habido una transición en los últimos 20 años, cuando los pacientes llegaban en etapas localmente avanzadas o con metástasis, aún queda trabajo por hacer para fortalecer la cultura de la prevención y que la gente se atienda cuando los tumores no miden más de dos centímetros.

El especialista en oncología comentó que el hecho de que cada año se observe un incremento en el número de casos registrados de diversos tipos de tumoraciones como el de próstata no significa un motivo de alarma, sino que las campañas preventivas están funcionando y los hombres son menos renuentes a explorarse, por lo que poco a poco más acuden a consulta médica.

Cáncer: 190 mil nuevos casos al año
Cáncer: 190 mil nuevos casos al año

Hoy se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, y bajo el lema “Nosotros podemos. Yo puedo”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hacen un llamado a la sociedad para que desde su trinchera prevenga y detecte de manera oportuna esta afección.

“Es un derecho y una obligación de cada uno de nosotros, individuos, organizaciones y gobiernos, hacer todo lo que esté en nuestras manos para reducir el impacto de esta epidemia”, dijo el experto.

Para conseguir diagnósticos tempranos, Martínez Tlahuel pidió a la sociedad alejarse de los mitos y “educarse, entender que cáncer no es sinónimo de muerte porque ese es el motivo principal por el que las personas no van al médico, tienen miedo de que les digan que tienen un tumor maligno”.

En la actualidad existen tratamientos innovadores como equipos de radioterapia, quimioterapia, anticuerpos monoclonales y la inmunoterapia que permiten curar las neoplasias en un porcentaje mayor a 80%.

“Pero lo fundamental es que los mexicanos se cuiden, que tengan una dieta saludable, hagan ejercicio, eviten el alcoholismo o el tabaquismo, porque esto sí reducirá de manera drástica el cáncer. Si no cambiamos estos hábitos, se estima que hacia 2030 la primera causa de diagnóstico y de muerte [en el país] sean los tumores cancerígenos y estamos a tiempo de tomar cartas en el asunto”.

Respecto a lo tardado que puede ser llegar a un centro de tercer nivel como el INCan, el oncólogo aseguró que cualquier paciente que viva en Chihuahua, Baja California, Colima, Chiapas, Oaxaca o en cualquiera de las entidades de la República puede acceder a los servicios del instituto.

“Los que están en provincia pueden entrar a nuestra web, pedir una preconsulta y visitarnos; si no tienen los medios tecnológicos, en cada entidad federativa hay centros estatales de oncología. Ahí se les debe atender y si los tratamientos no son los óptimos, pueden pedir una carta de referencia y ser remitidos al INCan, nuestra tarea es brindar una mejor atención médica y tener más cobertura”, explicó.

Por este motivo, celebró la creación del Registro Nacional de Cáncer, con el que se conocerá de manera exacta el número en base poblacional de los principales tumores que afectan al país y cuáles son los menos frecuentes: “Eso nos ayudará a conocer la epidemiología actual y a implementar campañas y estrategias, de acuerdo con los datos”.

El mayor reto que enfrenta el país contra el cáncer es la educación, reiteró Martínez Tlahuel: “Sí podemos concientizar a la población de que coma de manera adecuada, se ejercite, se realice estudios de tamizaje como mastografía y antígeno prostático a partir de los 50 años, les aseguro que más de 700 mil personas no se convertirán en pacientes oncológicos”, dijo el experto.

Un robot que cura

Primero fue el dolor en el abdomen, después Mario Galicia orinó sangre y eso lo llevó al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que le realizaran análisis clínicos.

Los resultados no fueron optimistas; en su tórax se albergaba un tumor que medía más de 20 centímetros, motivo por el que fue remitido al Centro Médico Nacional La Raza.

El 22 de febrero de 2016 lo operaron y le comentaron que tenían que extirpar uno de sus riñones porque su sarcoma era de los más agresivos, lo detectaron en etapa 4 y podía “echar raíz” en otros órganos.

Meses después, Galicia regresó al hospital para que le hicieran los estudios de revisión y le detectaron un nódulo en el pulmón izquierdo; otra intervención quirúrgica era inevitable, pero el hombre de 59 años se negó, puesto que años antes había tenido una cirugía a corazón abierto en la que le colocaron tres bypass y los riesgos de “quedar en la plancha” eran muy altos.

Sesiones de radioterapia y tratamiento blanco que debía eliminar todo razgo de tumoración maligna no fueron suficientes. En ese momento, Mario escuchó sobre Cyberknife, un robot que podría atacar el cáncer y evitar que lo operaran: “Era mi última esperanza para terminar con el viacrucis”.

Galicia se convirtió en uno de los mil 200 pacientes en México que han sido tratados con esta tecnología robótica en los últimos cinco años.

La tarea de este artefacto que costó al instituto 80 millones de pesos es emitir radiaciones a través de un sistema robotizado que permite fusionar las imágenes de diferentes estudios clínicos, a fin de localizar con precisión las tumoraciones. Además, el aparato es capaz de establecer las condiciones anatómicas de los nódulos y saber por cuáles órganos se está desplazando.

Una vez que se conocen estos datos, un radioncólogo y un físico hacen cálculos para programar al robot con la radiación que debe emitir en cada paciente.

“La precisión de nuestro Cyberknife es casi exacta, el margen de error es de menos de un milímetro”, comentó a EL UNIVERSAL Pedro Mario Escudero de los Ríos, director general de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), Hospital de Oncología del Centro Médico Siglo XXI del IMSS.

Cyberknife es capaz de eliminar los tumores sin que los pacientes entren a un quirófano convencional, sin la necesidad de un bisturí, anestesia y sin cuidados postoperatorios; esta técnica consigue un control local de cáncer en 80% de los casos, dependiendo el tipo de tumoración.

Otro de los beneficios de este tratamiento es que se reducen los tiempos que el derechohabiente pasa en el hospital, una persona puede recibir su dosis de radiación en dos o dos horas y media e irse a su trabajo, casa o a realizar su actividades cotidianas.

El robot, que se conforma por una mesa en la que se coloca al paciente y un cabezal que contiene al acelerador lineal que emite radiación, fue puesto en función en septiembre de 2012; a cinco años de su inicio ha atendido a más de un millar de pacientes, aunque esta cifra parece insignificante si se toma en cuenta que al año este instituto diagnostica 14 mil casos nuevos de cáncer. Por ello, el director de la UMAE aclara que no todas las personas son candidatas para usar el aparato.

El principal requisito para ser atendido con el Cyberknife es que la neoplasia no tenga un tamaño exhorbitante. En su mayoría, trata tumores intracraneales, pero ha funcionado para extirpar tumoraciones en próstata, abdomen, estómago y otras partes del cuerpo.

Pedro Escudero rechaza que este instrumento sea usado en pacientes recomendados o que se utilice para cualquier tipo de lesión: “Si ese fuera el caso, no tendríamos cáncer en el país”, y desmiente que sea un tratamiento experimental.

El costo de una sesión con Cyberknife en nivel privado oscila entre 300 mil y medio millón de pesos; además, sólo existen otros dos robots de este tipo en la República.

Galicia asegura que de no contar con seguridad social, no habría podido pagar un tratamiento para combatir su cáncer. “Sólo con que me dijeran el precio estoy seguro que ahí me habría dado un infarto”.

El paciente se considera afortunado de ser un fotograbador que “todavía alcanzó prestaciones de ley”.

A la fecha, los estudios de seguimiento no han reflejado nada maligno en su cuerpo, ni nódulos, ni sarcomas.

“Estos resultados me dan ánimo para seguir adelante y olvidar todos los procesos que viví desde que fui diagnósticado. Es muy bonito poder decir que estoy limpiecito, pero eso sí, lo que no voy a borrar de mi memoria es que fui uno de los afortunados en conocer a un robot que cura”, dijo.

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