Las elecciones de 2017 configuraron el escenario político electoral en que se desarrollarán los comicios de 2018, cuando se renovarán la Presidencia de la República, el Congreso y nueve gubernaturas, incluida la capital.

Con los comicios para gobernadores del Estado de México, Coahuila, Nayarit, y municipios en Veracruz, se definió la nueva geografía en la que competirán los partidos el próximo año.

El resultado del proceso favoreció al PRI al ganar dos gubernaturas: Estado de México y Coahuila. El PAN-PRD se adjudicó Nayarit.

La joya de la corona

El Estado de México se convirtió en la joya de la corona, con la mayor cantidad de votantes a nivel nacional.

De acuerdo con la Lista Nominal Electoral actualizada al pasado 1 de diciembre, 11 millones 606 mil ciudadanos están en condiciones de emitir su voto en territorio mexiquense.

La disputa comenzó con encuestas que pronosticaban una carrera cerrada entre Alfredo del Mazo, abanderado de la alianza del PRI con el Partido Verde y Nueva Alianza; Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Delfina Gómez, de Morena.

Conforme pasaron las semanas y dieron inicio las campañas, el 3 de abril, las posiciones en las encuestas cambiaron, hasta que el día de la jornada electoral, la abanderada del PAN quedó relegada al cuarto puesto.

Juan Zepeda, candidato del sol azteca, presumió sus logros en seguridad como alcalde de Nezahualcóyotl (de 2012 a 2015), para tomar la tercera posición de la contienda.

Alfredo del Mazo propuso un salario rosa para amas de casa que no tuvieran acceso a otras fuentes de ingreso, mientras que la panista Josefina Vázquez Mota ofreció bonos de transporte gratuito a estudiantes, personas de la tercera edad y discapacitados.

Delfina Gómez presentó un plan denominado Red Integrada de Transporte Ordenado (Ritmo), por el que se comprometió a construir cuatro nuevas líneas del Metro para una ampliación total de la red en 322 kilómetros.

En el primer debate por la gubernatura del Estado de México, el 25 de abril, las propuestas dieron lugar a las descalificaciones. Al final, Alfredo del Mazo ganó la contienda el 4 de junio, cuando obtuvo 33.6% de las preferencias; 169 mil votos más que la candidata de Morena, Delfina Gómez, quien alcanzó 30.8%.

Morena y PRD impugnaron la elección acusando que el PRI incurrió en la compra y coacción del voto, a través de tarjetas rosas, lo que derivó en un cómputo desaseado de los resultados.

Horacio Duarte, representante de Morena en el Instituto Nacional Electoral (INE), declaró el 6 de agosto que, por la utilización de programas sociales y tarjetas con dinero, la participación electoral en algunos distritos se elevó atípicamente.

El 14 de septiembre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desestimó las impugnaciones y confirmó la validez del proceso.

Los magistrados entregaron la constancia de mayoría a Del Mazo, antes de que rindiera protesta como gobernador el día 15 de septiembre.

Final cardiaco, el de Coahuila

El clima político en Coahuila planteaba la disyuntiva entre ratificar el gobierno de los hermanos Moreira, Humberto y Rubén; con la elección del priísta Miguel Ángel Riquelme, o apostar por la alternancia en la figura del panista Guillermo Anaya. Este último había competido por la gubernatura en 2011, sin éxito.

El duelo llevó a los candidatos a prometer diferentes acciones, con Riquelme ofreciendo un salario rosa, tarjetas de inscripción para estudiantes de bachillerato y universidad, así como apoyos en especie a campesinos.

Anaya, por su lado, dijo que él encarcelaría a los Moreira y que pondría en pie una Fiscalía Anticorrupción.

La elección dio el triunfo a Riquelme, por una diferencia de 30 mil votos o 2.5 puntos porcentuales sobre Anaya. Lo que siguió, una serie de quejas promovidas por el PAN, ocasionó un desencuentro entre el INE y el tribunal.

El INE confirmó un dictamen, el 17 de julio, que señalaba gastos por encima de lo permitido en la campaña de Riquelme. La fiscalización apuntaba a que el abanderado del tricolor había rebasado el tope de gastos, 19.2 millones de pesos, en 7.9%, causal para la anulación de los comicios.

El 5 de octubre, el TEPJF revocó varios de los gastos que se habían tomado en cuenta y obligó al INE a modificar su dictamen. El 30 de octubre, el instituto reviró con otro escrito, esta vez argumentando excesos en el gasto del PRI aun mayores, 9.2% arriba del tope.

Los magistrados corrigieron por segunda vez la plana al INE, declarando la validez de la elección en Coahuila el 24 de noviembre. Miguel Ángel Riquelme rindió protesta como gobernador siete días más tarde, acompañado por el presidente de su partido, Enrique Ochoa, y por el secretario de Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete.

En Nayarit la disputa entre aspirantes y partidos fue de menores proporciones, puesto que Antonio Echevarría superó a su principal contrincante, Manuel Humberto Cota, por 12.3%. Echevarría fue el candidato de la alianza PAN-PRD, lo que convirtió a Nayarit en el único estado donde blanquiazules y amarillos fueron juntos en la boleta de gobernador.

En Veracruz el bloque PAN-PRD conquistó 107 de los 212 ayuntamientos. El PRI-PVEM, la formación que logró el segundo lugar por alcaldías ganadas, solo consiguió 44.

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