perla.miranda@eluniversal.com.mx

Al publicar una convocatoria para adquirir medicamentos de carácter internacional, el gobierno podría obtener mejores precios; sin embargo, existe el riesgo de que desaparezca la industria farmacéutica nacional, alertó Arturo Morales Portas, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el titular del Consejo Directivo de la Amelaf comentó que al entrar al mercado mexicano laboratorios de países asiáticos, “nos podríamos convertir en empleados de lo que llaman ‘Big Pharma International’. Se acabará la inversión y el empleo en México, el gobierno dirá que está comprando más barato, sí, pero a costa de qué”.

Mencionó que las farmacéuticas nacionales están en condiciones de competir en esta licitación, siempre y cuando las condiciones de competencia sean equitativas y haya “piso parejo” tanto para la industria internacional como para la nacional.

“Nos preocupa que la Cofepris va a dar un fast track para que los medicamentos de fuera sí obtengan su registro rápido, nosotros pedimos lo mismo, porque la farmacovigilancia en el país es muy estricta y nosotros cumplimos con todos los requisitos, es justo que los que vengan de fuera también lo hagan”, enfatizó.

En cuanto al retraso en la presentación de ofertas por una presunta falla técnica, el empresario comentó que causa “incertidumbre” en el sector de la farma: “Te hace pensar que al tener errores técnicos se da la oportunidad a algún laboratorio de participar en la licitación”.

Acerca de la distribución, explicó que ahora que se sabe que se hará una segunda licitación para que empresas distribuidoras participen, el sector está más tranquilo: “No nos queda claro el tema de esta licitación. No queremos defender a nadie, no nos interesa si distribuye Juan o Pedro, sólo queremos que haya una repartición profesional”.

¿Cuáles son las preocupaciones del sector farmacéutico nacional en torno a la compra consolidada de medicamentos?

—En primer término, el carácter de la licitación y el respeto al marco jurídico de ésta.

Esto se ha señalado a la oficial mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público [SHCP], en el sentido de que la ley es muy clara.

En cuanto a la precedencia de las licitaciones, primero debe ser nacional; en segunda instancia, internacional [y] bajo tratados. En tercer lugar, ya puede haber una licitación abierta internacional.

¿Cuál es el mayor problema de que sea una licitación abierta de carácter internacional?

—Hay riesgo de que desaparezca la industria farmacéutica mexicana, nos podemos convertir en representantes de India, China o Corea, porque un país con subsidio quizá sí podrá encontrar mejores precios, pero hay consecuencias, como que en México se pongan oficinas de representación en vez de tener grandes plantas. Vamos a ser empleados de los grandes grupos, de lo que llaman ‘Big Pharma International’.

Se acabará la inversión en México y el empleo, el gobierno dirá: ‘Estamos comprando más barato’, sí, pero a costa de qué.

¿Cuál sería el impacto económico en caso de que la industria de la farma desaparezca?

—Tan sólo las empresas que conforman la Amelaf generan 500 mil empleos directos, son 25 mil trabajos que se crean cada año, más la inversión de poco más de 3 mil millones de pesos en plantas.

Sólo en la asociación hay proyectos de infraestructura, de medicamentos biocomparables y antirretrovirales, los cuales podrían hacer al país autosuficiente y alentar la economía nacional.

¿Considera usted que en esta compra consolidada hay competencia desleal?

—Sí, y existe un gran riesgo para la industria. La competencia desleal de laboratorios de Asia; por ejemplo, que entren medicamentos con niveles de calidad que no son los que se requieren en México y con los que hemos cumplido siempre.

Seguimos preocupados de no ir de la mano de [la] Cofepris en lo que se refiere a los medicamentos que pudieran tener un proceso acelerado para tener los registros y competir con los de patentes vencidas.

¿Qué papel juega la Cofepris en esta adquisición?

—El titular de la comisión, José Alonso Novelo, dijo que a los medicamentos de laboratorios extranjeros que participen en la licitación y estén precertificados por la Organización Mundial de la Salud les van a dar un fast track de 60 días para entregarles su registro. Nosotros pedimos el mismo beneficio para los medicamentos mexicanos.

Puede haber un registro rápido o uno despacio, si en esos casos lo van a dar en 60 días, que nos den el mismo trato a nosotros, queremos dejar claro eso, si vamos a competir, que sea en las mismas circunstancias, queremos un piso parejo.

Además del tema de piso parejo, ¿qué otras preocupaciones tienen por esta licitación?

—No ha habido justicia en los precios de referencia, les han bajado hasta 30% a los costos de los medicamentos, están castigando [a] muchos productos.

Habrá que ver si las empresas pueden ofertar lo que las dependencias requieren, lo que nos preocupa es que quienes hagan ofertas sean empresas que ya están rematando sus últimas existencias.

El lunes se retrasó la presentación de ofertas y se alegó una falla técnica en la plataforma de CompraNet, ¿qué opina el sector farmacéutico al respecto?

—Hace pensar que al tener errores técnicos, se da la oportunidad a algún laboratorio de participar en la licitación porque no ha podido responder a tiempo, crea incertidumbre y, hay que decirlo, ha sido un proceso muy atropellado.

Sobre la distribución, ¿cuál es su opinión de la licitación que se hará por regiones?

—No queda claro si serán cinco licitaciones o cuántas empresas participarán. Viene el tema de los tiempos, el fallo pudiera ser viernes o lunes, para hacer la primera entrega el 6 o 7 de julio en las bodegas del Valle de México, a partir de ahí tendría que salir la distribución a hospitales, lo que quiere decir que de aquí al 7 de julio las secretarías de Hacienda y de Salud tendrían que haber licitado la distribución.

Nos preguntamos cómo será, no por defender a nadie, sino que nos preocupa saber cómo llegarán nuestros medicamentos, sobre todo los biológicos, que, como se ha dicho, requieren de ciertas temperaturas.

Lo que sí, es que tendrán que hacer un trabajo de magos para licitar de aquí al 6 de julio y que recojan el día siete, tampoco vemos viable que tengan los fármacos guardados en bodegas del IMSS o del ISSSTE.

¿La licitación para la distribución de los medicamentos tuvo que hacerse a la par de la compra de insumos médicos?

—Creo que hicieron un análisis para ver si había capacidad de distribuir o no y llegaron a la conclusión de que no.

Primero hablaron de Birmex, luego del Ejército, del IMSS, y cuando juntaron todo vieron que no era posible y decidieron un poco tarde hacer licitación de distribución.

A nosotros no nos importa entregarle a Juan o a Pedro, siempre y cuando nos cuiden el producto hasta el final.

No queremos defender a nadie, pero sí [queremos] que haya una distribución profesional y que tampoco se nos tache a nosotros de la corrupción en la que pudo incurrir algún distribuidor, porque de ahí viene todo el problema. Dentro de la corrupción nos empaquetaron a nosotros también, a la industria farmacéutica fabricante.

El director del IMSS, Zoé Robledo, dijo que podía ser una meta sexenal que el instituto cuente con una red de distribución propia, ¿es viable?

—Con dinero todo se puede si le dan recursos y en lugar de construir clínicas, se construyen almacenes; si en vez de ambulancias, [se] compran camiones, y si en lugar de contratar médicos, [se] incorpora a su plantilla a almacenistas.

Claro que se puede, pero no creo que sea la mejor opción.

¿Por qué preocupó tanto el tema de la distribución?

—Certificábamos a nuestro distribuidor y cuando había un problema con el medicamento sabíamos que era de origen, si se pierde eso, si entregamos a Birmex, al ISSSTE, a equis distribuidor habrá que ver que cumplan con todas las certificaciones que pide la Cofepris.

En México hay 25 distribuidores más o menos que pueden cumplir con todas las normas y certificaciones y no es que defienda a ese servicio, pero es la realidad. Para 100 laboratorios había más o menos entre 20 y 25 distribuidoras. Sí había tres que concentraban un número importante de productos, pero por las características específicas que requerían ciertos fármacos.

¿Hay riesgo de que se cancele esta compra consolidada?

—Quizá. En este sentido lo que le pedimos a Hacienda es que nos sentemos a platicar para saber qué es lo que quieren para 2020, si son los precios, si es romper monopolios, si buscan una mayor agilidad o apoyar a la industria nacional, pero hacer una mesa de trabajo con Hacienda y Salud para 2020, porque esa licitación sí va a impactar en el futuro de la salud de México.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses