José Calderón es uno de los más de mil mexicanos varados en el extranjero por la pandemia del ; desde marzo pasado permanece encerrado en un crucero en las costas de Barbados a espera de ser repatriado.

Hasta ahora, van tres veces que cancelan los vuelos para traer a los más de 326 tripulantes mexicanos de diversas embarcaciones de Royal Caribbean que permanecen en Barbados .

De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores ( SRE ) el regreso a México se ha complicado debido a que permanecen en trámite las autorizaciones necesarias pues cada país, estado, región, aerolínea, gobierno, autoridad, aeropuerto, puerto, tienen sus reglas.

Hasta ayer, la Cancillería reportó 13 mil 200 personas repatriadas en todo lo que va de la contingencia sanitaria por el Covid-19 pero aún quedan más de mil mexicanos en diferentes partes del mundo que no han podido regresar al país.

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La fecha tentativa del regreso de los mexicanos tripulantes de Royal Caribbean es este lunes por la noche.

“Ahorita sí siento incertidumbre de qué es lo que va a suceder, ya van tres veces que lo posponen, esta última vez fue un día antes en la noche que nos dijeron que no se iba a llevar a cabo el vuelo, aunque se supone que estaba confirmado, sí me sentí un poco estresado y algo intranquilo porque no veo con claridad”, contó José en entrevista con EL UNIVERSAL.

“En esta nueva fecha que nos dan para el primero de junio, es como la fábula de Pedro y el Lobo, ya no sabes si creerle o no, muchos de mis compañeros, no sólo mexicanos, también los demás latinos que tienen vuelos a final de mes con esto que nos pasó a nosotros también dicen ‘no sabemos’, hay mucha incertidumbre acerca de este plan de repatriación”.

Desde el 17 de marzo el barco donde trabaja José dejó a todos sus pasajeros en Miami, posteriormente comenzaron a navegar rumbo a Barbados y desde el 30 de marzo les informaron que serían aislados.

Durante 15 días la tripulación permaneció encerrada en las cabinas de pasajeros y a quienes no les tocó una habitación con balcón les permitían salir dos horas a una de las cubiertas al aire libre con medidas de sana distancia y cubrebocas.

Diariamente les toman la temperatura dos veces, comen en el comedor del barco donde también deben cumplir con el distanciamiento social, las medidas de higiene y portar cubrebocas.

Pese a que ninguno de los tripulantes está contagiado y que saben que en México el número de defunciones y casos de Covid-19 ha aumentado, José y sus compañeros están ansiosos por regresar a sus casas y volver a ver a sus familias.

“Estamos bien, no hay ni un caso, no hay gente ni siquiera con gripa o fiebre. Todos los mexicanos aquí sabemos lo que sucede en México y que el gobierno no tiene la capacidad de respuesta ante una situación de estas”, dijo.

“Aun así queremos regresar a nuestras casas a ver a nuestras familias, yo no tengo hijos, pero tengo compañeros que sí, que tienen una esposa, que tienen responsabilidades en sus casas”.

José habla diario con sus familiares para informarles cómo está, cómo se siente, lo que le han dicho sobre su regreso y para pasar el tiempo, procura recorrer el barco o realizar actividad física con algunos de sus compañeros y afirma que trata de pasar el tiempo lo más tranquilo posible en espera de que esté en un avión y tener la posibilidad de avisar a su hermana Jimena que ya va de regreso a casa.

grg

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