Señor director:

Con relación a la nota periodística titulada “El país de los cuarteles”, de la autoría de Peniley Ramírez, y publicada en el diario EL UNIVERSAL, de fecha 11 de septiembre de 2020, es necesario manifestarle a usted lo siguiente:

Sobre el señalamiento que hace de que:

“[…] Nos dijeron que la guerra había terminado, pero la inversión en el gobierno y los muertos en las calles lo desmienten. La mitad del presupuesto de seguridad en 2021 lo gastará Sedena: 112 mil millones de pesos”.

Sobre esta afirmación, es importante establecer que el presupuesto de la Secretaría de la Defensa Nacional se encuentra orientado en gran medida a satisfacer los gastos de vida y operación del personal militar (sueldos, servicios y alimentación, entre otros), lo cual se comprueba con la distribución del presupuesto de egresos para el 2021, en el que un poco más del 71% del presupuesto está orientado a la operación de esta Secretaría, casi un 20% para la construcción y administración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el 4.5% para la operación de la Guardia Nacional y un poco más del 4% para la construcción de Bancos del Bienestar.

En este mismo sentido, la columna indica que el dinero asignado a la Sedena se usará para luchar una supuesta guerra, lo cual es erróneo, ya que además de garantizar la defensa exterior y la seguridad interior de la nación, el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos realizan múltiples acciones enfocadas en el progreso y beneficio del país, de conformidad con las misiones establecidas en su respectiva Ley Orgánica, acciones en las que destacan el auxilio a la población civil en caso de necesidades públicas, como ha sido el apoyo para el traslado de libros de texto gratuito, distribuyéndose en el presente año más de 297 mil libros a las regiones más alejadas del territorio nacional, o la producción de 100 millones de árboles en el año 2019 y 115 mil programados para el 2020, dentro del programa Sembrando Vida, generando más de 2,400 empleos directos.

Otra acción de gran relevancia materializada por el personal de Ejército y Fuerza Aérea, es el auxilio a la población civil en caso de desastres, que en el periodo del 1 de septiembre de 2019 al 31 de agosto de 2020 se atendieron 717 eventos en todo el país, sobresaliendo la aplicación del Plan DN-III-E en el reforzamiento de las capacidades del Sistema Nacional de Salud, ante la contingencia del COVID-19, en la cual esta Secretaría ha contribuido con la reconversión y administración de 116 instalaciones hospitalarias, en las cuales se cuenta con más de 4,300 camas de Terapia Intensiva y Hospitalización para atención de la población mexicana, atendiendo a más de 56,800 pacientes.

Es preciso recalcar que los recursos humanos y presupuestales asignados a la Secretaría de la Defensa Nacional, siempre serán destinados para actividades que garanticen la seguridad y el bienestar de las familias mexicanas, contribuyendo al crecimiento del país.

Por lo que respecta a la afirmación que hace de que:

“[…] La autonomía del Ejército permitió que sus oficiales aprovecharan su posición para monopolizar el suministro de equipo militar y obtuvieran contratos de construcción. Esto sucedió y sucede”.

Sobre este párrafo es pertinente indicar que en gran medida, la compra de equipamiento militar en los años 2019 y 2020, tuvo como destino la conformación de la Guardia Nacional, por lo que se rechaza que con esto se haya monopolizado el suministro de equipo militar en beneficio de oficiales de esta Secretaría, por otra parte, con relación a la construcción de obras, estas se realizan en apoyo al Gobierno Federal para impulsar los Proyectos Prioritarios del Presidente de México como son: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, las sucursales del Banco del Bienestar y cuarteles para la Guardia Nacional, entre otros, los cuales se realizan aplicando los principios de honestidad, legalidad, austeridad y honradez, por lo que en ningún momento estos trabajos se realizan para obtener algún beneficio económico en el personal militar.

Por otra parte, la aseveración de la columnista es incorrecta, ya que todos los procesos de adquisiciones de la Sedena están claramente diseñados y regulados por la legislación mexicana, en la que se delimita el actuar de los funcionarios públicos, para que no incurran en comportamientos nocivos, sujetándose a los principios de austeridad, eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez, empleando mecanismos como el sistema CompraNet, a través del cual la participación de las empresas oferentes se realizan en igualdad de circunstancias, sin favoritismo de ningún tipo.

El pretender asignar una supuesta autonomía del Ejército y Fuerza Aérea en los procesos de compra de equipo militar, desestima a los organismos e instrumentos creados por el Estado Mexicano, para la fiscalización y control en el ejercicio de los recursos públicos, tales como la Auditoría Superior de la Federación, que de 2013 a 2018 ha aplicado 31 auditorías a diferentes procedimientos de adquisición de esta dependencia, sin que hasta la fecha se cuente con algún pliego de observaciones por incumplimiento de esta naturaleza, además de 14 auditorías que actualmente se encuentran en proceso. En este mismo sentido, esta Secretaría se encuentra sujeta al control y fiscalización de la Sria. de la Función Pública y del propio Órgano Interno de Control.

Sobre la afirmación que hace de:

“[…] pero el Ejército siempre estuvo allí para reprimir movimientos obreros, campesinos y estudiantiles. No hizo falta una dictadura militar para que militares participaran en la desaparición forzada de la guerra sucia, como documentó el historiador Camilo Vicente, o durante la guerra contra el narco, que inició Felipe Calderón en 2006”.

Esta afirmación es incorrecta, toda vez que esta Secretaría ha adoptado mecanismos para garantizar la correcta actuación del personal militar en las diferentes actividades, lo que ha permitido la disminución de quejas y recomendaciones presentadas en contra de esta Dependencia, como sigue:

En el periodo 2006-2012 se presentaron 7 mil 441 quejas y 113 recomendaciones. En 2012-2018 hubo 3 mil 196 quejas y 20 recomendaciones. En 2018-2020 hubo 595 quejas y ocho recomendaciones (los casos que originaron estas recomendaciones corresponden a las anteriores administraciones).

Por lo antes expuesto y a efecto de que no se continúe difundiendo información o conjeturas erróneas, se le invita a que, al realizar una publicación sobre esta Secretaría, se corrobore previamente la veracidad de la información, por lo que se le reitera la disposición de esta Dirección General de atender sus requerimientos y hacer las aclaraciones necesarias, requiriéndose en cada caso el tiempo pertinente para integrar la respuesta correspondiente.

Francisco Antonio Enríquez Rojas 
Director Gral. Comunicación Social de la Secretaría de la Defensa Nacional. 

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