El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) declaró ayer que los candidatos del gobierno ganaron al menos 17 de las 23 gubernaturas que se eligieron en las urnas. Mientras que la oposición, que se perfilaba como favorita para obtener la mayoría de los cargos, dijo tener “serias dudas” sobre los resultados y denunció anomalías en el cierre de los centros de votación.

El gobierno venezolano ganó 17 gubernaturas, frente a cinco que obtuvo la oposición, mientras uno aún está en disputa, según el CNE, que cifró en 61% la participación en las elecciones. “La tendencia es irreversible en 22 estados”, anunció la presidenta del organismo, Tibisay Lucena.

El presidente Nicolás Maduro proclamó una “victoria tajante” frente a la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las elecciones . Aseguró que también podrían ganar Bolívar, estado que aún está en disputa.

Antes de que se dieran a conocer los resultados, Ramón Guillermo Aveledo, dirigente de la MUD afirmó: “Lo que ha ocurrido hoy en Venezuela, el evento del que ha sido protagonista el pueblo, es una gigantesca victoria popular de dimensiones históricas”.

Más de 18 millones de venezolanos estaban llamados a sufragar para designar por cuatro años a los gobernadores de los 23 estados del país.

La prensa venezolana reportaba que algunos colegios electorales seguían abiertos después de las 21:00 horas, pese a que debían cerrar hacia las 18:00 horas. Según versiones oficiales, aún había gente haciendo fila para votar, pero la oposición denunció que no había personas esperando.

El gobernador del estado venezolano de Lara, el opositor Henri Falcón, denunció que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y del CNE se negaron a cerrar los centros de votación en su zona.

Aunque las proyecciones indicaban que la MUD ganaría la mayoría de las gobernaciones, el opositor Henrique Capriles admitió que iban al proceso en las “peores condiciones”, ante las acciones del CNE, que a última hora reubicó 274 centros de votación. Aun con los cargos que ganó, la oposición queda de manos atadas frente a Maduro, quien dispuso que los gobernadores electos se subordinen a la Asamblea Constituyente.

En estos comicios la dirigencia política enfrentó el desánimo de los venezolanos, agudizado por las manifestaciones antigubernamentales y la severa inflación del país.

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