Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió ayer llevar el sistema de misiles del país a “una nueva era” ante la creciente amenaza de “adversarios potenciales” y presentó sus planes para una nueva red de sensores espaciales y otros sistemas de alta tecnología diseñados para detectar y frustrar ataques con mayor rapidez.

“Nuestra meta es simple: garantizar que podemos detectar y destruir cualquier misil lanzado contra Estados Unidos, en cualquier lugar y en cualquier momento”, sostuvo Trump en un discurso en el Pentágono, en Arlington, Virginia. “En una época de amenazas de rápida evolución, debemos asegurarnos de que nuestras capacidades defensivas no tienen rival y son inigualables en cualquier lugar del mundo”.

Declaró que el espacio es el nuevo campo de guerra y prometió que Estados Unidos desarrollará un sistema de misiles de defensa sin igual contra amenazas de misiles hipersónicos y de crucero de parte de competidores y adversarios.

Trump no mencionó a Rusia, China o Corea del Norte en su discurso de cerca de 20 minutos, pero la nueva estrategia del Pentágono deja claro que su plan para un sistema de defensa espacial de misiles busca la protección contra las actuales amenazas de Corea del Norte e Irán —país que sí citó—, y responde a los avanzados sistemas armamentistas que están siendo desarrollados por Rusia y China. Lo cierto es que ofreció pocos detalles específicos en materia de proyectos o volumen de dinero que se requerirá, aparte de mencionar 20 nuevos sistemas de interceptación de misiles en Alaska.

La nueva reevaluación es la primera desde 2010, y el mandatario repitió su intención de crear unas fuerzas espaciales que complementen los sistemas de defensa: “Mi próximo presupuesto invertirá en un sistema de defensa de misiles ubicado en el espacio... Será una gran, gran parte, de nuestra defensa, y obviamente ofensiva”.

El secretario interino de Defensa, Pat Shanahan, quien también tomó la palabra, dijo que los nuevos misiles hipersónicos que están siendo desarrollados por naciones como Rusia y China son más difíciles de rastrear y aniquilar.

Para abordar eso, Estados Unidos pretende colocar una capa de sensores en el espacio para detectar más rápidamente misiles enemigos al momento en que sean lanzados. Estados Unidos considera al espacio como un área crucial para tener capacidades avanzadas y de nueva generación para mantenerse un paso al frente de las amenazas.

Washington también planea estudiar la idea de usar al espacio como una base de interceptores, para que EU pueda acabar con misiles enemigos durante los primeros minutos de recorrido cuando los motores de propulsión sigan encendidos.

Rusia y China han dejado claras sus intenciones de desarrollar programas de alta tecnología.

Trump aprovechó la ocasión para criticar a los aliados internacionales, a los que reprochó su bajo gasto en defensa. “Estamos con la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] al 100%”, dijo sobre la Alianza Atlántica, una de sus dianas favoritas, pero, agregó, los socios deben dar “un paso al frente”.

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