Berlín.— El ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, llamó a los alemanes a “levantarse del sofá y abrir la boca” tras los incidentes racistas de Chemnitz, en una entrevista publicada ayer en el diario Bild.

En esa ciudad, al este de Alemania, grupos de neonazis han protagonizado en los últimos días protestas violentas y “cacerías” de extranjeros después de que un hombre murió apuñalado el pasado domingo, presuntamente a manos de dos inmigrantes.

Los “años de coma discursivo” y de la “comodidad” deben acabarse, aseguró el político socialdemócrata, quien advirtió que la situación se volverá más “amenazante” si las sociedad no se levanta contra los desmanes de la ultraderecha.

La ministra de Justicia, Katarina Barley, afirmó por su parte que debe investigarse si los incidentes de Chemnitz estuvieron organizadas por redes ultraderechistas.

En tanto, The Guardian informó que hoy habrá un concierto de rock antirracista en Chemnitz, y más de 27 mil personas han registrado su intención de asistir.

La madrugada del pasado domingo un alemán de 35 años y de origen cubano fue acuchillado durante las fiestas de Chemnitz. Poco después, fueron arrestadas dos personas en relación con este asesinato, ambos eran peticionarios de asilo procedentes de Siria e Irak, quienes permanecen en prisión preventiva.

El mismo domingo, una marcha de unos 800 ultraderechistas protagonizó persecuciones de viandantes de aspecto extranjero, en las que varias personas resultaron heridas, algo que el gobierno alemán condenó y tachó de “cacerías de odio”.

El sábado pasado también hubo marchas neonazis y a favor de inmigrantes; no se registraron disturbios.

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