El papa Francisco denunció hoy en Perú que organismos internacionales están presionando a “ciertos países” para que promuevan políticas de reproducción “esterilizantes” y aseguró que “son preocupantes” las noticias acerca del avance de algunas enfermedades sin que haya políticas de prevención.

En un mensaje en Puerto Maldonado , una ciudad del suroriente de Perú a la que llegó hoy en la mañana procedente de Lima y desde la que, en horas de la tarde, regresará a la capital peruana, el Pontífice afirmó que “una vez más es necesario alzar la voz a la presión que organismos internacionales hacen sobre ciertos países para que promuevan políticas de reproducción esterilizantes”.

“Estas se ceban de una manera más incisiva en las poblaciones aborígenes. Sabemos que se sigue promoviendo en ellas la esterilización de las mujeres, en ocasiones con desconocimiento de ellas mismas”, aseveró el Obispo de Roma , aunque sin identificar a los organismos a los que se refirió.

En el primer día completo de actividades de su gira a Perú , que finalizará el próximo domingo, Francisco advirtió que “son preocupantes las noticias que llegan sobre el avance de algunas enfermedades. Asusta el silencio porque mata”.

“Con el silencio no generamos acciones encaminadas a la prevención, sobre todo de adolescentes y jóvenes, ni tratamos a los enfermos, condenándolos a la exclusión más cruel. Pedimos a los Estados que se implementen políticas de salud intercultural que tengan en cuenta la realidad y la cosmovisión de los pueblos, promoviendo profesionales de su propia etnia que sepan enfrentar la enfermedad desde su propia cosmovisión”, afirmó.

El Papa también denunció la destrucción de las riquezas naturales en la Amazonia y aseveró que esa vasta zona del área central y norte de América del Sur, que abarca la selva de la cuenca del río Amazonas, es el bosque tropical más extenso del mundo y a la que pertenece Puerto Maldonado , está amenazada por el neo—extractivismo y por poderosos intereses económicos.

En su primer discurso del periplo en un encuentro con los pueblos de la Amazonia, Francisco acusó que en esas áreas existe una “fuerte presión por grandes intereses económicos que dirigen su avidez” sobre petróleo, gas, madera, oro y monocultivos agroindustriales.

En una posterior visita al Hogar Principito, albergue para menores de edad en abandono, dijo que “algunos de ustedes, jóvenes que nos acompañan, proceden de las comunidades nativas. Con tristeza ven la destrucción de los bosques. Sus abuelos les enseñaron a descubrirlos, en ellos encontraban sus alimentos y la medicina que los sanaba. Hoy son destruidos por el vértigo de un progreso mal entendido”.

“Los ríos que acogieron sus juegos y les regalaron comida hoy están enlodados, contaminados, muertos. Jóvenes, no se conformen con lo que está pasando. No renuncien al legado de sus abuelos, no renuncian a su vida ni a sus sueños”, subrayó.

La extracción de oro por unos 30 mil mineros informales, en un fenómeno que se remonta a la década de 1970 y se aceleró en los últimos 20 años, contamina la selva y sus ríos con unas 40 toneladas de mercurio al año y provoca una deforestación de unas 32 mil hectáreas por parte de madereros y agricultores, según diversos informes conocidos en esta ciudad.

El viaje del Papa a Puerto Maldonado, conocida como Capital de la Biodiversidad, está signado por temas como el medio ambiente, por el impacto de distintas actividades forestales, petroleras, mineras y agroindustriales, y por el aislamiento de los poblados indígenas.

Como zona selvática, Madre de Dios es uno de los sitios con mayor biodiversidad del mundo.

La visita del Papa a Perú se desarrolla bajo el lema “Unidos por la Esperanza”.

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