Karachi, Paquistán. — Tres atacantes suicidas intentaron irrumpir ayer en el consulado chino de la ciudad paquistaní de Karachi, en medio de una serie de disparos y una explosión, pero murieron antes de poder abrirse camino hacia el recinto diplomático con un vehículo cargado de explosivos, dijo la policía.

El ataque, que se adjudicó un grupo separatista de la provincia paquistaní de Baluchistán, dejó además otros cuatro muertos, entre ellos dos policías, pero estuvo lejos de ser el más mortal en un día particularmente violento en toda la región.

Un atacante suicida en una motocicleta detonó explosivos en un festival y un atestado mercado en la región de Orakzai, en el noroeste de la nación, lo que causó la muerte al menos a 25 personas. Este hecho se produjo casi al mismo tiempo que el ataque en Karachi.

En tanto, en la frontera este de Afganistán, un atacante suicida con explosivos mató al menos a 26 personas e hirió a otras 50 en una mezquita de una base militar, dijeron funcionarios de seguridad.

A principios de semana, otro atacante suicida mató a 55 personas en la capital Kabul.

El fuerte clima de violencia ocurre en momentos en que se habían avivado las débiles esperanzas de paz en Afganistán, a través de dos reuniones en Qatar entre el enviado especial de Estados Unidos Zalmay Khalilzad y representantes del Talibán.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el jueves que su país participa “en importantes negociaciones” de paz en Afganistán, pero aclaró que no sabía si tendrán éxito.

El ataque al consulado de China en Karachi fue reivindicado por el grupo insurgente separatista Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA, por sus siglas en inglés), que se opone a los proyectos económicos chinos en la región.

Dos policías y dos civiles que esperaban en una fila fuera del consulado murieron por el ataque, junto con los tres hombres armados.

El primer ministro paquistaní, Imran Khan, calificó el atentado como “parte de una conspiración” contra la cooperación económica y estratégica entre su país y China, y ordenó una investigación, de acuerdon con su oficina.

Paquistán ha acusado durante mucho tiempo a India, su histórico rival, de apoyar a los insurgentes nacionalistas en Baluchistán, mientras que Nueva Delhi ha dicho que Islamabad apoya a los insurgentes islamistas en toda la región.

India negó que esté ayudando a los insurgentes de Baluchistán y rápidamente condenó la violencia.

“Los perpetradores de este atroz ataque deben ser llevados ante la justicia con prontitud”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de India en un comunicado.

India y Estados Unidos acusan a Paquistán de apoyar al Talibán afgano, mientras que Nueva Delhi ha acusado durante décadas a Islamabad de apoyar a los islamistas que luchan contra sus fuerzas de seguridad en Cachemira.

Google News

Más Información

Noticias según tus intereses