El Gobierno de Cuba calificó de infundada e injustificada la decisión del Gobierno de Estados Unidos de expulsar a 15 diplomáticos cubanos de Washington como acción de reciprocidad a la drástica reducción de su personal en su embajada en La Habana por los supuestos "ataques acústicos".

“El Ministerio de Relaciones Exteriores protesta enérgicamente y denuncia esta decisión infundada e inaceptable, así como el pretexto utilizado para justificarla al afirmarse que el Gobierno de Cuba no adoptó todas las medida adecuadas para prevenir los ataques", afirmó hoy en rueda de prensa el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Agregó que el gobierno de Cuba reforzó las medidas de protección para los diplomáticos en la isla, además de que habilitó nuevos canales de comunicación y se creó un comité de expertos para la investigación con médicos y científicos.

Detalló que el gobierno cubano solicitó a Estados Unidos precisiones para realizar una investigación seria sobre los supuestos "ataques acústicos".

Sin embargo, dijo el canciller cubano, la embajada de Estados Unidos entregó documentos que “carecen de descripciones y detalles que facilitarían la caracterización de los hechos”.

Bruno Rodríguez dijo que la escasa información aportada por Estados Unidos es un obstáculo para mejorar las relaciones bilaterales.

Reiteró la necesidad de una cooperación efectiva para evitar “una escalada indeseable”.

El viernes pasado, el Departamento de Estado ordenó la retirada de la mayoría de su personal en Cuba, es decir, de aquellos funcionarios considerados "no esenciales" y sus familiares, por considerar que no podía "garantizar su seguridad" en la isla.

Estados Unidos elevó hoy a 22 la cifra de funcionarios estadounidenses que han experimentado síntomas como "problemas en el oído y pérdida de audición, mareos, dolores de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad para dormir" debido a los incidentes.

El Departamento de Estado no ha llegado a confirmar que los ataques se produjeran con un dispositivo "acústico", como han apuntado algunos medios de comunicación, y sigue investigando los sucesos, que comenzaron a registrarse a finales de 2016 y cuyo último episodio confirmado tuvo lugar este agosto pasado.

Ante esto, el Gobierno cubano dijo que se proporcionó todas las facilidades a los diplomáticos estadounidenses durante su estancia en la isla, así como todos los mecanismos de seguridad.

“En aras de contribuir con la investigación de Estados Unidos se realizaron repetidas solicitudes, sin embargo el principal obstáculo ha sido la falta de acercamiento a los afectados y a los médicos que los revisaron”, dijo.

El canciller cubano explicó que luego de las visitas realizadas por agencias especializadas en salud de EU a la isla, se concluyó que no hay evidencia de que las enfermedades se hayan originado en Cuba.

“No hay posibles autores ni la isla cuenta con equipo que se use para este propósito”, agregó.

Con información de EFE

lsm

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