Managua.— Una violenta incursión de policías y grupos armados ilegales dejó ayer al menos tres jóvenes muertos, decenas de heridos y detenidos en el poblado indígena de Sutiaba, en la ciudad noroccidental de León, en el marco de las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, al tiempo que el canciller nicaragüense advirtieron a los manifestantes atrincherados en carreteras que “salgan de los tranques [bloqueos]”.

Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH, independiente), dijo que el ataque lo realizaron unos 200 policías y elementos armados de civil que tenían la misión de retirar las barricadas y retenes puestos por manifestantes en el barrio de Sutiaba, en León. Además de los tres fallecidos, la ofensiva se saldó con al menos 22 heridos y 14 arrestados, incluyendo a un niño de 12 años, señaló.

“Hay mucha tensión y tenemos confirmado que tenemos al menos tres fallecidos”, confirmó el párroco Víctor Morales, de la iglesia San Pedro de León. Una vecina que pidió el anonimato declaró a una radio local que policías y paramilitares realizaron allanamientos a viviendas.

Un equipo de la AFP en el lugar constató que camionetas antimotines y hombres encapuchados patrullaban las calles de Sutiaba, mientras palas mecánicas eran usadas para levantar las barricadas.

Este enfrentamiento marcó un nuevo episodio de violencia en Nicaragua, que vive un clima de protestas desde el pasado 18 de abril que según ONGs se han saldado con 309 muertos y unos mil 500 heridos, según la ANPDH. El gobierno sólo reconoce 47 decesos.

En medio de la ofensiva, el canciller Denis Moncada dijo, según el sitio oficial El 19 Digital: “Es conveniente hacerle un llamado a todos los que están en los tranques, a los jóvenes, a los adultos, a los padres, a las madres de esos jóvenes, que levanten los tranques, salgan de los tranques”.

Estados Unidos y Naciones Unidas endurecieron su posición ante el presidente nicaragüense Daniel Ortega. Washington impuso las primeras sanciones contra tres altos cargos de Nicaragua, considerados “el anillo de poder” del mandatario: su consuegro Francisco Díaz, subdirector de la Policía; Francisco López, vicepresidente de la petrolera Albanisa y tesorero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN); y Fidel Moreno, secretario general de la alcaldía de Managua y muy cercano a la vicepresidenta Rosario Murillo. Hasta ahora, EU sólo había aplicado hasta hoy revocaciones de visas.

Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al-Hussein, exhortó al gobierno de Nicaragua a que “cese la violencia estatal” y que ponga fin a “la represión” contra manifestantes opositores, en la declaración más enérgica emitida en los últimos dos meses.

Los obispos católicos, mediadores en el diálogo nacional que busca resolver la crisis, convocaron para el lunes a sesionar a las comisiones de verificación y seguridad, que analiza el tema de la violencia y los bloqueos de vías en el marco de las protestas, así como a la comisión electoral, que trata la agenda de democratización.

De la cita fue excluida, sin explicación, la Comisión de Justicia, el tercer grupo de trabajo que se creó en el marco del diálogo iniciado en mayo entre el gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, conformado por grupos civiles.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó ayer mismo nuevas medidas cautelares para proteger a activistas y periodistas.

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