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El Ecoducto CDMX Río de la Piedad, que propuso el jefe de Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera, en el camellón de avenida Viaducto Miguel Alemán, avanza en su construcción en diferentes tramos que comprenden los cruces con las calles Medellín, Chilpancingo, Patricio Sanz, y avenida Insurgentes.

El parque lineal tendrá una extensión de mil 600 metros, de la calle Unión —donde inicia— a la avenida Monterrey. Trabajadores de la Agencia de Gestión Urbana (AGU), encargada de la edificación, llevan un progreso considerable en el primer tramo que llega a Insurgentes, en 80%, según indicó Erick Barros, uno de los cuatro supervisores en la obra.

“El resto de la construcción se mantiene en primera fase; es decir, estamos montando la guarnición prefabricada que nos permite fijar la dimensión donde trabajamos, mientras removemos tierra para después instalar espesor, luego relleno y filtros de tezontle para la captación de agua”, expuso.

Además, de acuerdo con información del gobierno, el nuevo camellón contará con un andador peatonal, bancas, alumbrado, ampliación en banquetas que conecten con las entradas en cada cruce, escaleras y rampas que faciliten la accesibilidad y un barandal de metro y medio en las laterales por seguridad.

El parque estará divido en cuatro secciones, en la última se edificará un puente que conecte con las dos salidas a Viaducto; en la tercera se colocará una pequeña galería de vegetación; en la segunda se montará un riachuelo con plantas acuáticas; y en la primera se dispondrán ocho biodigestores para el tratamiento de aguas negras del río de la Piedad, para el riego de toda el área. Para esto cada sección contará con un cárcamo de bombeo, detalló el supervisor, Michel Martínez.

La AGU informó que el proyecto forma “parte de la implementación de políticas públicas enfocadas al cambio climático, mejora de paisaje urbano y recuperación de espacios públicos”. Por eso, “para comprobar el mejoramiento de la calidad del aire tras las construcciones de este espacio verde, habrá mediciones con respecto a otras zonas que no cuentan con este concepto”.

En tanto avanza la obra, que tiene un plazo para finalizar a mediados de diciembre, algunas intersecciones en el Viaducto, como lo son en Medellín y Patricio Sanz, se mantienen reducidas en sus espacios, esto porque hay un carril confinado para maquinaria, material y camiones de remoción, además de que se utiliza como retorno para los vehículos que avanzan en sentido opuesto a la avenida, lo cual provoca en ciertas horas del día congestionamiento vial, sobre todo en la calle de Medellín.

Para la mayoría de los vecinos de la colonia Roma Sur, cercanos a la avenida, este proyecto permitirá hacer buen uso de un espacio, que “estaba reservado sólo para que creciera pasto y llevara agua sucia”, dijo Pedro Arreola. A su vez, consideran que no es indispensable el trabajo porque “hay situaciones más importantes en las cuales concentrarse”, expresó María Elba Escoto, por ejemplo, los edificios dañados por el 19-S.

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