Tijuana, 14 de marzo.- “Ellos o nosotros”, dice uno de los residentes de las inmediaciones del aeropuerto en Tijuana, que ahora tiene como medida de resguardo el alambre de púas que antes cuidaba el muro que divide la ciudad de Estados Unidos, mientras que el material era reemplazado.

La semana pasada el secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Marco Antonio Sotomayor, confirmo que el gobierno estadounidense les reportó el robo continuo del cerco metálico que colocaron para evitar el cruce de migrantes que se agudizo durante la llegada de la caravana de centroamericanos, en noviembre pasado.

Uno de los beneficiados fue un señor de más de 60 años que prefiere ser llamado Carlos, dice que unos de sus familiares vieron el alambre y lo vieron como una opción para cuidar su propia casa, los robos son una práctica continua y ese material bien puede hacer la diferencia.

“No es que uno sea malo, es la necesidad”, dice don Carlos, quien prefiere no entrar en detalles sobre como obtuvieron las púas para colocarlas en su casa de un piso y construida con materiales que colocaron más que otra cosa de manera improvisada, un bloque por un lado y concreto en otro.

En tanto otros vecinos también dudan en llevarse el pedazo de metal, a menos de un kilómetro de distancia, sobre la avenida frente al Aeropuerto de la ciudad, trabajadores de la construcción apresuran el paso para intercambiar el muro de lámina que había por uno de metal que además mide el doble de altura, per que aun con ese tamaño, de vez en vez, es enfrentado por migrantes que se aferran a cruzar del otro lado, para pedir asilo.

La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó el robo frecuente del alambre de púas que colocaron en la frontera entre San Diego, California, con México, desde que iniciaron con los operativos de resguardo no solo en el área del muro sino también en los puertos fronterizos, en la Garita San Ysidro, y la de Otay.

El secretario de Seguridad en Tijuana, dijo al ser cuestionado que “desafortunadamente cuando se dan esos incidentes, pues son muy rápidos. En lo que llega la información, ya en muchos casos, o en la mayoría de los casos, ya no encontramos a nadie”.

Don Carlos dice que a la gente no le gusta hablar sobre el robo del alambre, ni a él. De lo que si habla es de la necesidad de cuidar más las colonias que luego llaman populares, donde robarse la pila de un carro o la minita de gas de cualquier vecino es el pan de cada día.

“Qué le digo”, dice el hombre de más de 60 años, “son ellos o nosotros, al muro se lo van a seguir brincado y a uno, si no se cuida, también le van a seguir robando”.

Google News

Noticias según tus intereses