La capital del estado conservará la Torre Latinoamericana, su edificio emblemático, porque, de acuerdo con los primero reportes, no presenta daños estructurales que ameritan su demolición, aseguró el administrador del inmueble Antonio Glumber.

El edificio, cuyo lado izquierdo colapsó con el terremoto del 19 de septiembre, está sólido, no presentó daño estructural por su acabado de hasta 15 centímetros de grosor, pero difícilmente podría ser habitado por ahora porque el temblor destruyó la instalación eléctrica, los elevadores y bloqueó el acceso por las escaleras. Glumer dio su versión del estado del edificio luego de que el director de Protección Civil de Cuernavaca, Fernando Manrique Rivas, informó que se realizará un peritaje para cuantificar el daño y veía probable que el edificio sea demolido en su totalidad.

En contraste, el administrador informó: “Los propietarios de los condominios esperan el resultado del dictamen que ofrecerá el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Morelos, y una vez que emitan una respuesta, se determinará si es posible ocupar los departamentos”.

Glumer señaló que buscarán alternativas y ayuda económica para reconstruir el edificio porque la Mesa Directiva no cuenta con el capital para la restauración. La torre cuenta con 63 departamentos y la mayoría de los habitantes eran adultos mayores, por lo tanto deberán llevar a cabo una asamblea para determinar el monto de inversión para la reconstrucción.

El edificio fue construido en 1945 por la empresa de seguros del mismo nombre y fue emblema de Cuernavaca porque era el más alto, de acuerdo con el cronista Valentín López González. El día del terremoto de súbito perdió su imagen emblemática y el respeto, puesto que al tiempo que los dueños salían del edificio mucha gente entró, pese al riesgo, para robar y llevarse lo que podía.

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