El obispo de la Diócesis de Piedras Negras , Gerardo Alonso Garza Treviño, y un cura que estaba en Europa, comparecieron en audiencia privada como testigos en el juicio oral contra el sacerdote Manuel Riojas Martínez conocido como el "Padre Meño", acusado de violación y abuso sexual de Javier, un ex seminarista menor de edad.

Este 18 de septiembre se cumplió un año y un mes de que “ Meño ”, ex rector del Seminario de Piedras Negras , está en la cárcel, pues se entregó después de andar prófugo de la justicia.

La audiencia maratónica ante tres jueces, que duró al menos ocho horas, fue suspendida porque faltó tomar testimonio de una larga lista de 28 testigos, entre curas, miembros del clérigo y peritos.

Sólo el obispo Gerardo Alonso , el padre “Loncho” como le conoce la gente, se llevó como una hora en contestar las preguntas del Fiscal y la Defensa.

En el Centro de Justicia Penal se desahogó la diligencia, que el 10 de septiembre pasado fue diferida para este martes, debido a que era necesaria la presencia del padre Jesús Martínez Compeán como testigo clave, quien andaba en Roma, Italia, sede del Vaticano.

OBISPO NIEGA CONOCER ABUSOS DEL CURA

Monseñor Garza Treviño negó saber que Martínez Compeán, quien se desempeñó como director del seminario, fue el primero en enterarse de los presuntos abusos sexuales que cometía Riojas Martínez en contra de alumnos del seminario.

Según admitió la Diócesis al principio que se conoció este caso, el cura no denunció penalmente al imputado porque eso le fue revelado en secreto de confesión y habría violado las leyes eclesiásticas.

Las comparecencias ante los juzgadores se reanudaron este miércoles.

En este juicio final, el Tribunal de Juicio Oral requiere desahogar todos los medios de prueba y citar a otra audiencia para individualizar las sanciones o absolver o sentenciar a Riojas Martínez.

Posteriormente, en un plazo de 48 horas, deben dictar fallo condenatorio o de libertad.

Esto significa que a más tardar en una semana se sabrá el destino que enfrentará el cura preso, aunque según fuentes cercanas al caso, posiblemente los jueces serán indulgentes.

Probablemente lo condenarán por el delito de abuso sexual; es decir, le dictarán cinco años de prisión, de modo a que podrá obtener la libertad bajo fianza.

Por tanto, saldría de prisión con pagar la reparación del daño; aproximadamente de 80 a 85 mil pesos, y el pago de las terapias psicológicas a Javier, la víctima.

“Meño” saldría del Centro Penitenciario de Piedras Negras, porque aquí en Coahuila no existe el delito de pederastia, al no estar tipificado en el Código Penal del Estado.

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