El Hospital Civil Macedonio Benito Fuentes, en Juchitán, Oaxaca, duró 10 años en construcción, tuvo 26 de vida útil y se colapsó en poco más de un minuto. El inmueble está a punto de ser demolido y el último adiós se lo dieron los empleados, al cantar Las golondrinas y Dios nunca muere, del oaxaqueño Macedonio Alcalá.

Este centro de salud que tenía 60 camas fue demolido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y ellos también quedaron a cargo de su reconstrucción.

La representante sindical de los trabajadores del hospital, Yolanda Sánchez Ulloa, aplaudió las labores del Ejército y denunció que el edificio siempre presentó problemas con las lluvias, “se caían los plafones o se cuarteaban las paredes”.

Como representante sindical advirtió que estará vigilante para que la construcción termine en los tiempos marcados. “El coronel responsable de la obra me dijo que en seis meses estaremos estrenando hospital. Espero que así sea”, comentó.

Los 356 trabajadores del hospital laboran mientras tanto en una zona habilitada dentro de un campo de futbol; en un terreno cubierto de lodo, por las constantes lluvias y desde el 19 de septiembre han atendido cada día el nacimiento de ocho bebés.

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