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Saltillo.— El sacerdote católico Juan Manuel Riojas Martínez, conocido como el Padre Meño, fue condenado a 15 años de prisión por ser responsable del delito de violación en perjuicio de un ex seminarista que en 2015, cuando ocurrieron los hechos, tenía 15 años de edad.

Este jueves, en audiencia de individualización, que duró siete horas, un Tribunal de Juicio Oral de la ciudad de Piedras Negras dictó la sentencia de 15 años al cura y le suspendió sus derechos políticos.

Al dictaminar la causa penal 278/17, del juicio:05/18, promovido por la víctima, Roberto Javier Calzada Tamez, los tres jueces ratificaron la culpabilidad del acusado y le negaron el derecho a salir bajo fianza.

Rojas Martínez, ex rector del Seminario de Piedras Negras, está preso desde hace un año y un mes. El prelado se entregó en agosto de 2017, después de más de cinco meses de permanecer prófugo de la ley y se le encontró responsable de los delitos de violación calificada por cometerse por ministro de culto y violación calificada por cometerse por ministro de culto en grado de tentativa.

En audiencia de individualización de la pena, se condena al sentenciado a 15 años de prisión sin beneficios. Se le suspenden sus derechos políticos y se le condena a la reparación del daño en cantidad ilíquida (dinero).

Es decir, deberá pagar en efectivo, aunque aún no se dio a conocer la cantidad. La lectura de la sentencia fue dada a conocer después de concluida la diligencia judicial.

La parte acusadora exigía 23 años de prisión para el sacerdote. Mientras que su defensa pedía que la sentencia fuera menor, y que en lugar de ser recluido en un centro penitenciario, se le impusieron una medida cautelar con la colocación de un brazalete; sin embargo, ambas solicitudes fueron rechazadas por los jueces.

Este mismo jueves Riojas Martínez regresó su celda en el penal de Piedras Negras y será el próximo 11 de octubre cuando se presente la lectura de la sentencia. Su defensa advirtió que apelará la resolución.

El padre, fuertemente custodiado por elementos policiacos, ingresó al juzgado por la parte posterior y fue sacado por ahí mismo, sin que la prensa pudiera fotografiarlo.

De acuerdo con fuentes cercanas al caso, el acuerdo —supuestamente pactado entre el jerarca católico y las autoridades— para condenarlo a cinco años de cárcel, se rompió de última hora debido al incumplimiento del obispo de Piedras Negras, Alonso Garza Treviño, quien finalmente no aportó pruebas para que la sentencia quedara firme.

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