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El ganador latino de un Emmy, John Leguizamo, vuelve a Broadway con una comedia irreverente en la que da una clase maestra de actuación, manteniendo al espectador interesado de principio a fin con un monólogo ácido y actual donde la diversión y las risas están garantizadas con reflexión durante 95 minutos.

Latin history for morons es escrita e interpretada por Leguizamo, quien nació en Colombia pero llegó a vivir a Estados Unidos a los cuatro años.

Criado en Queens, Nueva York, en una época en la que era el único niño latino del barrio, John tuvo que enfrentarse a la discriminación y agresión de sus compañeros pero también esto le dio una gran herramienta, pues fue a través de su humor que aprendió a defenderse y sobrevivir.

En la obra se puede ver parte de las experiencias de Leguizamo al buscar un lugar como latino en un país en donde aún falta mucho para que esta comunidad sea reconocida.

Latin history for morons es dirigida por Tony Taccone (Wishful Drinking, Bridge & Tunnel) y cuenta la experiencia de Leguizamo al tratar de encontrar desesperadamente un héroe latino para un proyecto escolar de su hijo.

En esta frenética búsqueda se da cuenta de que no hay un solo libro de historia estadounidense en donde se hable de la aportación de los latinos en el mundo.

Un monólogo hilarante con el que John logra la proeza de narrar la historia de los latinos en América desde los aztecas y la conquista española de México hasta la actualidad con provocadoras actuaciones, frases y hechos, demostrando que la historia de los latinoamericanos ha sido siempre olvidada y menospreciada. “Hace 3 mil años estaban los aztecas y después nada… hasta hoy”, dice Leguizamo en un momento de la obra.

“La vida de los latinos es barata…”, reflexiona más tarde.

Por supuesto no deja de poner el dedo en la llaga en la situación actual con referencias a la política antiinmigrante de Trump “que se ha ensañado con los mexicanos” o a los últimos escándalos de sus colegas en la industria cinematográfica, como Harvey Weinstein y Kevin Spacey, a los que sugiere les urge una visita al psiquiatra.

El éxito de la puesta en escena ha sido tanto que se extenderá por tres semanas más de lo planeado y será posible verla hasta el domingo 25 de febrero de 2018.

Lo más encomiable de esta pieza es poder ver a Leguizamo actuar sin descanso (no hay una sola pausa desde que el actor aparece en el escenario) en un vertiginoso monólogo con el que interpreta a diferentes personajes, baila, reflexiona e interactúa con el público sin perder la atención de los espectadores a quienes provoca verdaderas y constantes carcajadas.

La maestría de Leguizamo en las tablas demuestra la experiencia que el actor ha conseguido con otras puestas en escena como Ghetto Klown, Freak, Sexaholix… A Lover Story, Mambo Mouth, Spic-O-Rama (estas últimas fueron filmadas para su presentación en HBO), todas ellas obras por las que el histrión ha recibido importantes premios en el mundo teatral como el Outer Critics Circle Award y el Drama Desk Award, entre otros.

El escenario en el que se presenta la obra: el mítico Studio54 que durante años fue el club nocturno por el que pasaron personalidades como Elizabeth Taylor, Andy Warhol, Salvador Dalí, Liza Minelli, Mick Jagger, Truman Capote, Freddy Mercury, David Bowie, etcétera y que tras muchos escándalos, cambios de dueño y planes, en los años 90 comenzó a operar como teatro y así se conserva hasta la fecha.

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