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Adorado por los cineastas Pedro y Agustín Almodóvar, hacedores de Hable con ella y Volver, Daniel Giménez Cacho les demostró ser una buena opción para Zama, cinta que estrena este fin de semana.

“Daniel está muy bien y la verdad ya habíamos trabajado en La mala educación, lo adoramos como actor porque es buenísimo y perfecto para el papel”, dice Agustín, productor de cabecera de su hermano Pedro, al escuchar por parte de EL UNIVERSAL, el nombre del actor mexicano.

El Deseo, su compañía, es coproductora de la historia situada en el siglo XVIII, dirigida por la argentina Lucrecia Martel (La ciénaga) y protagonizada por Daniel.

En el filme que se encuentra en cartelera, el histrión da vida a Diego de Zama, un funcionario de la corona española a la espera una carta del rey que lo aleje del puesto de frontera en el que se encuentra estancado.

Por ello acepta cualquier misión, con el fin de mantenerse en la lista de cambios, aunque sea su puesto el único que parece jamás moverse.

“Lo político no está en primer plano, es una película más atmosférica, sensorial, habla de la corona en una provincia argentina lejana pero, si se observa con atención, es un momento en que se van sembrando las semillas dle racismo, el imperialismo y una obediencia sea cual sea ésta.

“Hay indudablemente una lectura contemporánea, pero su directora no es alguien que ponga los mensajes tal cual”, considera.

Zama está basada en el libro homónimo del escritor mendocino Antonio di Benedetto.​

“Es una novela extraodinaria, pero puramente literaria, difícil de llevar al cine; Lucrecia tuvo el valor de hacerla y se tardó ocho años en conseguir el dinero. Ella ha dicho en entrevistas que en Latinoamérica estamos condenados a hacer películas chiquitas, en una casita y en un barrio, así que hacer una en 1780, es muy difícil y ella la hizo”, indica.

Giménez Cacho compartió set con la española Lola Dueñas (Mar adentro), el brasileño Matheus Nachtergaele (Ciudad de Dios) y los argentinos Juan Minujín (Focus) y Nahuel Cano (El mural de Siqueiros).

Zama quedó fuera por la carrera del Oscar 2018, pero logró colarse por el Goya español en la categoría de Mejor Película Iberoamericana, donde se encuentra el documental mexicano Tempestad y la producción chilena Una mujer fantástica.

Su estreno en Estados Unidos está programada para abril próximo.

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