La elección de Sonora es, con mucho, el proceso electoral más sucio y complicado de los que se definen este 7 de junio. Aunque los procesos de los nueve estados que renuevan el poder local, estuvieron marcados por las campañas negras, la disputa por la gubernatura sonorense rebasó todos los parámetros conocidos en las contiendas de la era democrática no sólo del estado sino del país. Y detrás de ese enrarecimiento que provocó todo tipo de tensiones, maniobras y campañas de desprestigio de los grupos en disputa —el PAN por mantener el poder a toda costa y el PRI por recuperar un estado emblemático—, está la mano de operadores sin escrúpulos que enturbiaron esta elección.

Uno de esos personajes es Roberto Romero López, el operador de las campañas negras del PAN y del gobernador Guillermo Padrés en Sonora. El ex secretario de Gobierno del estado fue el cerebro y el brazo ejecutor detrás de las estrategias más oscuras y dañinas que se desplegaron en busca de mantener la gubernatura del estado bajo el dominio de Acción Nacional.

Amigo personal y uno de los hombres de mayor confianza del gobernador, Roberto Romero López es originario de Cananea, Sonora, y es licenciado en Administración Financiera por el TEC de Monterrey, con maestría en Sistemas de Calidad. Fue el coordinador de la campaña de Padrés en 2009 y tras ganar el poder fue secretario técnico del gobernador hasta que fue nombrado secretario de Gobierno, tras la renuncia de Héctor Larios, en el 2012, para buscar la senaduría. Por tres años movió los hilos de la política local y en marzo de 2015, Romero renunció al gabinete estatal para integrarse de lleno a la operación de las campañas negras encaminadas en la elección estatal. Para ello se le asignaron 5 comandantes de la Policía Estatal Investigadora y 220 policías estatales que no pasaron los exámenes de confianzas del C-3, con los que formó su propia policía política.

A ese grupo, que opera en la ilegalidad, se le atribuyen acciones de intimidación a los opositores del PAN. Activistas del PRI han denunciado agresiones, y el pasado 7 de mayo, el candidato del Partido Encuentro Social a la gubernatura, Manuel Baldenebro, denunció haber recibido en su domicilio particular amenazas de muerte a su esposa por parte de los policías de Romero López “para que no siga atacando al gobernador ni a Javier Gándara. Otro caso ocurrió el 6 de mayo, cuando a la lideresa del PRI en una colonia de Navojoa, Irma Aurora Agramón, le incendiaron su vehículo. Los dos casos están contenidos en denuncias formales ante la Fiscalía Especializada de Delitos Electorales del estado, aunque se sabe que tanto el procurador de Justicia del Estado, como el secretario de Seguridad Pública siguen ordenes de Roberto Romero.

De burócrata a próspero agricultor y empresario. En el currículum de este “hombre fuerte” del gobernador Guillermo Padrés figuran algunos cargos públicos como gerente regional noroeste de Producción de la CFE y director Comercial de Agua de Hermosillo. Además coordinó la campaña de Padrés al Senado en 2006 y luego a la gubernatura en 2009. Pero aunque su experiencia siempre fue en el sector público, a partir del 2011 debutó como agricultor el estado y como empresario; versiones periodísticas en el estado le atribuyen la concesión para suministrar los desayunos escolares y los alimentos en los penales estatales en Sonora, contratos que maneja a través de prestanombres por más de 2 mil millones de pesos.

Como agricultor es propietario de la huerta “Temporal de Pascual Díaz”, un rancho con superficie de 24 has., valuado en 3 millones de pesos y localizado en el ejido El Tazajal, en las afueras de la ciudad de Hermosillo, que originalmente fue comprado por sus padres, Roberto Romero Sapiens y Julia del Cármen López, en 2011, y un mes después de la compra, se lo donaron a su hijo, el secretario de Gobierno, según consta en la escritura pública 2130 de la Notaría 80 en poder de esta columna.

Su rancho se ubica dentro de la cuenca del Río Sonora cuyo caudal está reservado, en teoría, para el consumo humano de los habitantes de la capital sonorense que padecen históricamente escasez del vital líquido. A pesar de ello, el secretario de Gobierno se dio el lujo de construir un bordo en el Río Sonora para regar un sembradío de Nogal de 20 hectáreas, siguiendo los mismos pasos del gobernador Padrés y la presa ilegal que construyó sin permiso y luego, ante el escándalo detonó él mismo.

No conforme con el bordo que construyó en el Río Sonora, a Romero López la Comisión Nacional del Agua le otorgó un Título de Concesión, cuya copia tiene esta columna, para perforar y explotar un pozo en el Ejido La Victoria del que puede extraer hasta 116 mil 325 metros cúbicos anuales, en una zona contigua a la ciudad de Hermosillo, que padece escasez del vital líquido.

Pero lo más grave en el caso del bordo en el rancho de Romero López no es sólo que tomó el agua que debía utilizarse para abastecer a Hermosillo —que al mismo tiempo se peleaba con la tribu Yaqui en Cajéme por el caudal de la presa El Novillo— sino que con la construcción ilegal de su bordo, para negar su lucrativo cultivo de Nogal, provocó que el 18 de septiembre de 2014, ante las inusuales lluvias, se desbordara el Río San Miguel, uno de los afluentes del Río Sonora, inundando las viviendas de los pobladores de los ejidos La Victoria y el Tazajal, que tuvieron que subir a los techos para salvarse.

Testimonios de damnificados publicados en medios locales, acusan directamente al bordo construido en el rancho de Romero López de haber impedido el desfogue de los ríos. Paradójicamente el entonces secretario de Gobierno era el responsable de Consejo Estatal de Protección Civil cuya función es “salvaguardar la integridad física de los sonorenses”; lejos de haberlos protegido o auxiliado, un mes después de esas inundaciones, versiones periodísticas en el estado afirmaban que el funcionario estatal construyó un nuevo bordo de protección para evitar que se inundaran sus cultivos de Nogal.

Precisamente eran cultivos de Nogal en 350 hectáreas, los que el gobernador Guillermo Padrés, regaba con el agua de la presa que construyó ilegalmente en su rancho Pozo Nuevo. El lucrativo negocio del Nogal parece haberse puesto de moda en este sexenio en Sonora, pues además del gobernador y de las 20 hectáreas de Romero López, también el secretario de Agricultura del estado, Héctor Ortíz, montó en un predio de la comunidad de San Pedro, colindante con el rancho del secretario de Gobernación, una maquinaria para procesar y empacar las nueces con fines de exportación. Es decir, que entre el gobernador y sus dos secretarios, completaron el negocio.

El war room de las campañas negras vs. EPN. Un informe de inteligencia del grupo que coordina Roberto Romero López para las campañas, del que esta columna tiene una copia, enumera una serie de “estrategias” con las que el ex secretario de Gobierno busca atacar a los opositores del gobierno estatal y del PAN, al mismo tiempo que promueve una imagen “de honestidad y eficiencia” del gobierno de Guillermo Padrés. Entre esas acciones se enumeran campañas para “dividir y confrontar” a grupos priístas como la CTM, la CNC y Transportistas del estado, además de posicionar líneas de comunicación contra “el PRI de siempre” y asociarlo con distintos casos de corrupción.

A ese grupo de Romero López se le atribuyen seis distintos folletos que han circulado en Sonora durante estas campañas en los que se menciona directamente al presidente Enrique Peña Nieto como ejemplo de la corrupción “del PRI de siempre”. En esos folletos aparece la Casa Blanca de Angélica Rivera, la mansión de Malinalco del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, junto con fotografías de la candidata del PRI, Claudia Pavlovich y Peña Nieto y la leyenda “Son los mismos corruptos”.

La estrategia de utilizar la imagen de Peña Nieto en la contracampaña del PAN hizo que la aprobación del Presidente, de por sí baja en el resto del país, se cayera aún más en Sonora. Al mismo tiempo se distribuía un documento titulado “365 razones para no votar por el PRI” con el que se adoctrinaba a los comités municipales panistas en el estado.

Esto fue sólo una parte de las muchas estrategias “negras” puestas en marcha por Romero López quien aparece como candidato plurinominal del PRI aunque en un lejano lugar 16 de la primera circunscripción. En una semana, con las votaciones del 7 de junio, se sabrá qué tan efectivas fueron las estrategias de denostación y golpeteo de este oscuro operador de Guillermo Padrés. Si el PAN retiene la gubernatura, habrán tenido éxito, pero en caso contrario el ex secretario de Gobierno se convertirá en blanco fácil de un eventual gobierno priísta. Así las cosas en la enrarecida sucesión de Sonora.

Los dados mandan Serpiente. Demasiada suciedad y violencia en las campañas.

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