Mientras los priistas están enfrascados en su guerra interna por la sucesión y Andrés Manuel López Obrador avanza en la punta de las encuestas en busca de ensanchar su ventaja, el Frente Amplio Opositor, convocado por el PAN y el PRD camina en su integración en medio de fuertes presiones y amagos que buscan apurar la decisión más difícil y vulnerable para ese intento de alianza amplia de partidos: la definición del candidato que los abanderará en 2018.

No pasa día sin que, desde el PAN, principalmente, aunque también desde el PRD, las desbocadas ambiciones de los aspirantes presidenciales de los dos partidos presionen a apurar una designación que no es la prioridad en el calendario de las negociaciones que se han fijado las dirigencias de las dos principales fuerzas políticas impulsoras. Por ejemplo, Margarita Zavala exigió ayer que “antes de negociar cualquier frente, el PAN defina primero quién va a ser su candidato”. La señora Zavala, engallada por el segundo lugar que le dan algunas encuestas, acusa a su dirigente Ricardo Anaya de estar ganando tiempo y “patear el balón hacia adelante” al retrasar la elección interna del panismo. Menos duro, pero igual de apremiante, Rafael Moreno Valle dijo el fin de semana pasado, en su mitin del Auditorio Nacional, que el candidato del Frente Amplio “tiene que ser electo en una consulta abierta, porque no hay presidentes plurinominales”.

A los “frentazos” contra el Frente también le juegan los perredistas. Silvano Aureoles se vuelve a destapar por enésima ocasión —tiene más destapes que Lyn May— y el gobernador michoacano se dice “listo para encabezar la candidatura del Frente”, aún con la convulsa situación de inseguridad, narcotráfico y resurgimiento de autodefensas en su estado. Y mucho más sutil pero igual de insistente, Miguel Ángel Mancera, manda mensajes anticipados y dice en su intenso activismo presidencial que va a ser candidato al 2018 “con el Frente o sin él”.

Lo curioso es que mientras los aspirantes intensifican su golpeteo, en las dirigencias de Ricardo Anaya y Alejandra Barrales no corren prisa y, abstraídos de la estridencia de sus precandidatos, siguen el calendario definido para consolidar el Frente. Las pláticas actuales de las dos dirigencias, a las que se han acercado académicos y empresarios que buscan sumarse, se refieren sólo a la redacción del programa común, que explique y dé sentido a la unión de partidos; todo el mes de agosto se dedicarán a formular, revisar y consensuar el programa y sólo después de eso se comenzará a hablar de los posibles candidatos a encabezar el Frente y la forma de definir su postulación, probablemente a finales de septiembre.

De hecho, más que pensar en candidatos, las prioridades de los negociadores en este momento están en sumar a más fuerzas políticas y sociales al Frente Amplio Opositor. Barrales y Anaya han tenido pláticas y reuniones con Movimiento Ciudadano para convencer a sus líderes de sumar fuerzas en 2018; la decisión de MC pasa no sólo por su dirigente y fundador, Dante Delgado, sino por su principal activo en estos momentos: el alcalde de Guadalajara y seguro candidato a la gubernatura de Jalisco, Enrique Alfaro.

También a Nueva Alianza, actual aliado del PRI, lo están cortejando del Frente, en busca de que se sume con ellos, luego de en la reciente campaña de Alfredo del Mazo no le dieran el mejor trato al partido magisterial. Luis Castro ha tenido pláticas con Barrales y Anaya para escuchar sus planteamientos, y ayer lunes, en el Seminario Internacional Repensar el Futuro en la era Trump, que organiza Nueva Alianza, fue muy significativa la presencia de Barrales y la ausencia de Enrique Ochoa, el dirigente priista.

Veremos qué pesa más en la integración del Frente Opositor, si las razones de peso de una oposición que, fragmentada y dividida pierde fuerza frente al aparato del poder o las razones “de pesos”, que históricamente han concretado o tirado los intentos de alianzas, frentes y coaliciones que amenacen matemáticamente al establishment. Eso sí los desbocados y acelerados aspirantes blanquiazules y amarillos, con sus ansias y presiones, no terminan por reventar primero a sus partidos y luego al incipiente Frente.

NOTAS INDISCRETAS…Que para presidir las cinco Mesas Temáticas de la XXII Asamblea del PRI, Enrique Ochoa está invitando a ex presidentes de su partido que quieran encabezar los trabajos. Se mencionan nombres como el de Manlio Fabio Beltrones, Humberto Roque, José Antonio González Fernández, Mariano Palacios Alcocer, Beatriz Paredes, Ignacio Pichardo y Fernando Ortiz Arana, como algunos de los convocados. La pregunta es cuántos de ellos aceptarán participar y, concretamente, quién querrá ir a presidir la Mesa de Estatutos a Campeche, donde se espera que la batalla interna hasta termine por derrocar al presidente de esa Mesa. ¿Quién le entra al toro?..Los dados mandan Serpiente. Bajamos.

sgarciasoto@hotmail.com

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