Si con los recientes ajustes al gabinete, Enrique Peña Nieto dejó la impresión de tener la mira puesta en 2018, ayer, con el mensaje político que dirigió desde Palacio Nacional, con motivo de su Tercer Informe de Gobierno, el Presidente confirmó plenamente que, a la mitad del sexenio, su estrategia política ya está orientada hacia su sucesión al dibujar, con sus palabras (intolerancia, demagogia y populismo) al que considera el enemigo a vencer en los próximos comicios presidenciales.

“De manera abierta o velada, la demagogia y el populismo erosionan la confianza de la población; alientan su insatisfacción y fomentan el odio en contra de instituciones o comunidades enteras”, dijo el Presidente en la parte final de su discurso, que dedicó en sus últimos minutos a alertar a los mexicanos sobre el riesgo de optar “por salidas rápidas que son salidas falsas”, ante la frustración, pesimismo, malestar y desencanto que se expresan en nuestro país y en todo el mundo. No hizo falta que dijera nombres para que, dentro y fuera de Palacio, se pensara en un destinatario específico del mensaje: Andrés Manuel López Obrador.

Y es que no es la primera vez que el Presidente recurre a este discurso para ubicar al a los enemigos de su proyecto reformista. Lo hizo el pasado 25 de julio, en un acto partidista con el PRI, en donde arengó a sus correligionarios a no confiarse ante lo que llamó “la ola del populismo” en varios países del mundo y a los riesgos que representa en México “la sombra del populismo y la demagogia”. Aquella vez sus palabras también fueron interpretadas como una advertencia ante el crecimiento en las encuestas presidenciales de Andrés Manuel López Obrador, que en recientes sondeos publicados ha aparecido como puntero en la carrera por el 2018.

La pregunta es si además de los números conocidos en encuestas como la del Grupo Reforma, donde López Obrador obtiene 42 por ciento de intención del voto, en la Presidencia o en el mismo PRI tienen sondeos que les confirmen esa tendencia. Porque, además de Peña Nieto, el nuevo dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, también endureció su discurso, él sí directamente contra el líder de Morena, a quien ha llamado “amargado, obsesionado y de un pragmatismo locuaz”, además de alertar contra “el populismo de López Obrador que busca tirar las reformas” del gobierno peñista.

Así que el Presidente, en cadena nacional y en pleno informe a la nación, se subió al ring de la sucesión y ubicó plenamente a su enemigo. Peña Nieto encara así, por segunda ocasión, a López Obrador, a quien en el gobierno no sólo ven como el adversario a vencer en 2018, sino que lo consideran el culpable de todo movimiento político y social que busca desestabilizar su administración. Y tal como lo reconoció ayer el Presidente, en el enojo, la rabia y la frustración de millones de mexicanos por temas que él mismo enumeró, como Ayotzinapa, las sospechas de corrupción de la Casa Blanca y la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, se encuentra el principal elemento que explica el crecimiento de un líder popular y carismático como el tabasqueño (populista y demagógico, dice Peña) que ya logró poner nerviosos, una vez más, a las élites del gobierno y del poder. ¿Estaremos ante la reedición del “peligro para México"?

NOTAS INDISCRETAS… Pasado el Informe resurgen versiones de que el Presidente podría hacer dos nuevos cambios en su gabinete ampliado. Se trata de Pemex y la CFE, donde, según dicen en Los Pinos, podrían salir Emilio Lozoya y Enrique Ochoa. Incluso, según las fuentes, no se descartaría un enroque entre ambos… Donde se prendieron las luces rojas fue en Quintana Roo y no por la sucesión estatal en marcha, sino porque el gobernador Roberto Borge está metido en un berenjenal luego de que la Auditoría Superior de la Federación detectó un faltante de mil millones de pesos que ha invertido en pagos a consultores y medios para tratar de mejorar su imagen frente a la del presidente Peña Nieto. Y sí, las encuestas locales ponen a Borge muy por encima de la aprobación del Presidente, sólo que parece que también el Presidente ha decidido mantener una “sana lejanía” ante los escándalos y acusaciones por los gastos excesivos de imagen del gobernador del sureste. A ver si no le dan un susto… Lanzamos los dados. Tocó Serpiente.

sgarciasoto@hotmail.com

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