En los altos círculos políticos es cada vez más común oír hablar de “La Tríada”, para referirse a los tres más influyentes asesores del presidente Enrique Peña Nieto: Aurelio Nuño Mayer controla todo lo que sucede en Los Pinos, desde lo operativo hasta lo administrativo pasando por el discurso, la agenda y hasta la comunicación presidencial; Miguel Osorio Chong maneja toda la operación política del gobierno federal, la relación con los estados, la seguridad pública y nacional, además de las alianzas políticas y decisiones importantes del PRI; y Luis Videgaray Caso, además de ser el responsable de toda la política económica y financiera, también controla y maneja al gabinete legal y ampliado e influye en las grandes decisiones del presidente.

El poder de “La Tríada” maneja prácticamente la administración federal y al presidente. No hay decisión importante, mensaje presidencial o política de gobierno que no pase por el punto de vista, individual o colectivo, de esos tres personajes que abarcan casi todo el espectro de acciones de gobierno. Son tres fuerzas iguales que se mueven en torno a Peña Nieto, que a veces se equilibran y complementan, pero en otras entran en tensión y chocan, provocando una lucha y una competencia silenciosa y soterrada, aunque los tres se saben y se reconocen iguales en el ánimo presidencial.

Por eso en ellos tres se centra la atención cuando se habla de posibles cambios en el gabinete que, según afirman en Los Pinos, ocurrirían hasta mediados de agosto. Nadie sabe en estos momentos cuáles serán esos cambios o qué tan profundos serán, pero todos esperan que de esas decisiones se deriven señales de cómo jugará el presidente su propia sucesión. Si alguno de los miembros de “La Tríada” ocupa alguna posición distinta a la que tiene hoy, por ejemplo Sedesol o la SEP, entonces se estaría perfilando hacia 2018, dicen en los corrillos políticos, aunque también hay una fuente en Los Pinos que asegura que, “por más cambios que decida hacer el presidente, sólo hay tres nombres que están seguros y que siguen sin moverse de sus posiciones actuales: Miguel Osorio, Aurelio Nuño y Luis Videgaray”.

Veremos pues qué decide en su momento el presidente; pero es un hecho que lo que le digan esos tres influye y define hacia dónde se mueve o no se mueve Peña Nieto. Un ejemplo es la renovación de la dirigencia del PRI, cuyo proceso formal ya comenzó: mientras Peña no tendría problema en que Manlio Fabio Beltrones sea quien dirija el partido, tras la salida de César Camacho, es claro que “La Tríada” no quiere ni por error al sonorense como líder, pues temen que desde ahí les gane la partida por el 2018. Por eso insisten en que Beltrones se vaya a alguna Secretaría o hasta una embajada, para así sacarlo del camino. ¿Qué tanto caso le hará el presidente en ese tema a “La Tríada”?

NOTAS INDISCRETAS… Esta semana Miguel Ángel Mancera retomará su llamado a “todas las fuerzas políticas” de la ciudad para establecer un Mesa de Diálogo de cara a la nueva dinámica política que vivirá el DF a partir de septiembre. El llamado es para todos los partidos, con especial énfasis a Morena, que tendrá mayoría en la ALDF y gobernará cinco delegaciones. Un personaje central en esta convocatoria y en la búsqueda de una nueva agenda política para el jefe de Gobierno, es Luis Serna, quien aparece como artífice de la política de diálogo con el que Mancera busca garantizar la viabilidad de la ciudad y evitar que la nueva correlación de fuerzas provoque una parálisis que frene planes y acciones de gobierno. ¿Cómo responderán los partidos al llamado?... Los dados abren con Escalera. La semana promete.

sgarciasoto@hotmail.com

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